El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha instado a los principales partidos políticos españoles a alcanzar un consenso amplio sobre el aumento del gasto en Defensa, en el contexto del proceso de rearme promovido por la Unión Europea. Durante su intervención en el V Observatorio de las Finanzas, organizado por ‘El Español’, Guindos enfatizó que «la política de Defensa es una política de Estado», destacando la importancia de una unidad entre las diversas fuerzas políticas.
Guindos ha solicitado a las formaciones políticas un acuerdo en el Parlamento sobre los compromisos de gasto que España debería asumir, con miras a asegurar que estos compromisos no se vean afectados por un posible cambio de gobierno en las elecciones de 2027. La Unión Europea ha propuesto un plan militar a cuatro años con un presupuesto de 800.000 millones de euros, correspondiente a aproximadamente el 1,5% del PIB de la zona euro. De estos, 150.000 millones serán financiados a través de la emisión conjunta de deuda, mientras que el resto deberá derivar de los presupuestos nacionales.
El exministro de Economía también recordó que, aunque 650.000 millones de euros recaerán sobre los Estados miembros, estos gastos estarán exentos de las normas fiscales gracias a una cláusula de excepción. No obstante, Luis de Guindos advirtió que esta inyección financiera tendrá importantes implicaciones presupuestarias, aunque aún es pronto para determinar cómo se materializarán. Señaló que la incertidumbre respecto a los gastos está relacionada con la naturaleza del esfuerzo inversor; por ejemplo, incrementar los salarios de la tropa tendrá un impacto diferente al de la adquisición de equipamiento y municiones.
En otro ámbito, Guindos ha expresado su convicción de que el proceso de desinflación continuará en la Eurozona, con precios que convergerán hacia el 2%. A este respecto, mencionó la reciente actualización de la inflación de febrero, que se ha revisado a 2,3%, por debajo de las previsiones iniciales. Sin embargo, el actual entorno de tensiones comerciales ha incrementado la incertidumbre, lo que lleva a Guindos a abogar por que el BCE adopte una postura especialmente prudente. Reiteró que las decisiones del banco dependerán de la evolución de los datos, sin seguir una «senda predeterminada» en cuanto a tipos de interés.
