La Agencia Tributaria ha anunciado su estrategia para 2025, destacando el enfoque en el control de personas físicas que muestran signos externos de riqueza que no se corresponden con su renta y patrimonio declarados. Este plan, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), incluye acciones para la regularización de rentas y ganancias derivadas de inmuebles, así como la supervisión de las «infrarretenciones» relacionadas con artistas y deportistas no residentes.
En el ámbito de la investigación y el control del fraude, la Agencia procederá a intensificar la vigilancia sobre operaciones que puedan indicar alteraciones significativas del patrimonio, el uso abusivo de ventajas fiscales y la ocultación de beneficiarios reales en transacciones económicas. La atención se centrará en aquellos contribuyentes que presentan una discrepancia notable entre su nivel de vida real y sus declaraciones fiscales.
La estrategia incluye un análisis profundo de las estructuras financieras que los contribuyentes utilizan para eludir sus obligaciones fiscales
Entre las acciones específicas, se prevé un control más riguroso sobre empresarios y profesionales que operan sin ingresos de tarjetas en sectores donde este tipo de pagos son predominantes. Asimismo, se considerará problemático a aquellos que simulan actividades económicas y emiten facturas irregulares.
Además, la Agencia Tributaria mantendrá su presencia en sectores propensos a la economía sumergida, y potenciará el control sobre criptomonedas y pagos virtuales, impulsando la regularización de rentas no declaradas asociadas a estas áreas. Se espera, también, un auge en el control del comercio electrónico mediante la utilización de nueva información sobre pagos transfronterizos y del régimen de ventanilla única para la detección de infradeclaraciones de IVA.
Otro aspecto relevante de la planificación para el próximo año es la incorporación de la inteligencia artificial (IA) para mejorar la asistencia al contribuyente, incluyendo la implementación del nuevo servicio ‘Renta Directa’, destinado a facilitar la presentación de declaraciones sencillas de IRPF.
La Agencia también reducirá la complejidad administrativa al simplificar el lenguaje en más de 4,1 millones de documentos anuales, y facilitará el pago a través de ‘Bizum’, así como la conversión del ‘Informador censal’ en un ‘Asistente virtual de censos’.
Se anticipará el control y se hará un seguimiento preventivo del riesgo de cobro asociado a delitos fiscales y contrabando
Con estas líneas de actuación, la Agencia Tributaria busca no solo aumentar la eficiencia en su gestión, sino también potenciar la recaudación fiscal y combatir el fraude de forma más efectiva, adaptándose a las nuevas realidades económicas y tecnológicas.