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Economía

La reducción de la jornada laboral desata una guerra entre ministerios

Al margen del Gobierno, La CEOE se muestra preocupada por cómo esta medida podría afectar a la flexibilidad y la capacidad de las empresas para operar con eficiencia

Por Marta Díaz de Santos

La reducción de la jornada laboral, uno de los puntos clave del programa del gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, ha desatado un conflicto político y administrativo. Aunque esta medida se había presentado como una de las grandes reformas laborales de la legislatura, su implementación se está viendo bloqueada por diferencias entre los ministerios implicados.

Por un lado, Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, ha defendido una tramitación urgente para la aprobación de la reducción de la jornada laboral, afirmando que es una medida urgente para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, fomentar el empleo y reducir la jornada laboral sin afectar a los salarios. Esta visión la ha apoyado principalmente desde el seno de su partido, Sumar, destacando la importancia de avanzar rápidamente en un modelo económico más equilibrado y menos dependiente de jornadas laborales extensas.

Sin embargo, el Ministerio de Economía, encabezado por Carlos Cuerpo, ha mostrado reservas sobre la propuesta, sugiriendo que la reducción de la jornada laboral debería implementarse con cautela para evitar efectos indeseados sobre la productividad y la competitividad de las empresas. En este sentido, se argumenta que la medida podría generar costes adicionales para las empresas, especialmente para aquellas con más dificultades económicas, e incluso podría desincentivar la contratación.

Un conflicto evidente

El conflicto entre los ministerios ha sido visible en los últimos días. En una intervención reciente, Cuerpo señaló que la reducción de la jornada laboral, aunque una medida positiva en términos sociales, necesita una implementación gradual y adaptada a las circunstancias de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que podrían verse particularmente afectadas. Esta postura ha sido vista como una llamada de atención a la necesidad de preservar la viabilidad económica de las empresas en un contexto de incertidumbre económica.

Europa Press

Por otro lado, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha respondido con firmeza a las críticas de Cuerpo, denunciando públicamente la falta de voluntad para avanzar en una de las reformas laborales más esperadas por los sindicatos y por los propios trabajadores. En un tono visiblemente molesto, Díaz señaló que "es casi de ser mala persona" rechazar una medida que considera esencial para el bienestar de la clase trabajadora. La tensión entre los dos ministros ha puesto de manifiesto las profundas divisiones dentro del Gobierno de coalición, lo que ha elevado el nivel del debate y generado especulaciones sobre las posibles repercusiones políticas.

LA CEOE, preocupada

Pero el conflicto va más allá de las discrepancias internas dentro del Gobierno. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha sido un actor clave en este debate al manifestar que la reducción de la jornada laboral, tal como se plantea en el proyecto, no debe realizarse sin una negociación previa con los empresarios. La patronal se ha mostrado preocupada por cómo esta medida podría afectar a la flexibilidad y la capacidad de las empresas para operar con eficiencia, especialmente en sectores estratégicos y en pequeñas y medianas empresas (PYMES).

La medida, que afectaría principalmente a los trabajadores a tiempo completo, plantea además otros problemas relacionados con su implementación. Uno de los aspectos más criticados es que las jornadas reducidas no necesariamente beneficiarán a los trabajadores a tiempo parcial o aquellos que ya tienen dificultades para acceder a un empleo estable. En este contexto, muchos sindicatos y sectores del gobierno piden que el foco no solo esté en la reducción de las horas de trabajo, sino también en mejorar la calidad de los empleos disponibles.

La guerra interna sobre la reducción de la jornada laboral es una prueba más sobre los profundos desacuerdos entre los miembros del Gobierno de coalición. Mientras que la vicepresidenta Yolanda Díaz, apoyada por Sumar, apuesta por una economía más social, el PSOE, liderado por Pedro Sánchez, ha mostrado una postura más cauta, buscando un equilibrio entre la ambición social y las realidades económicas del país. Sin duda, este desacuerdo podría tener repercusiones importantes en el futuro de la legislatura, ya que no solo pone en juego la viabilidad de una de las medidas más esperadas, sino que también refleja una división más amplia entre los dos grandes socios del Gobierno. La gestión de estas diferencias podría marcar la pauta para otros debates laborales y económicos durante el resto de su mandato.

Mientras tanto, los trabajadores y las empresas siguen esperando a ver cómo se resuelven estas diferencias, que podrían influir decisivamente en la estructura laboral y empresarial del futuro próximo.

Díaz y Cuerpo no se saludan en su encuentro

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el titular de Economía, Carlos Cuerpo, enfrentados por la reducción de la jornada laboral, han coincidido este miércoles en la presentación de los actos por la conmemoración de los 50 años de la muerte de Francisco Franco, pero no se han saludado.

Las cámaras han captado cómo Cuerpo, que ha llegado después que la vicepresidenta al auditorio del Museo Reina Sofía donde tenía lugar el evento, pasa por delante de Yolanda Díaz sin que ninguno de los dos se dijera nada.

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