Según el último informe de Tinsa sobre ‘Vivienda de Obra Nueva 2025’, el esfuerzo teórico para adquirir una vivienda nueva se sitúa en un desafiante 49% de la renta disponible de un hogar, un porcentaje considerado crítico y que representa 13 puntos porcentuales más que la media nacional del 36%. Este aumento se debe a que el precio de la obra nueva es, en promedio, un 44% más elevado que el de la vivienda de segunda mano, cerrando 2024 a 2.528 euros por metro cuadrado frente a los 1.750 euros de la vivienda usada.
En el último año, el precio de la obra nueva ha experimentado un crecimiento del 4,7% en valor real y del 7,6% si se considera la inflación. En paralelo, el mercado de la vivienda usada creció un 1,2% en valor real. Desde los máximos de 2008, la vivienda de obra nueva ha aumentado un 10% en valor nominal, aunque, si se ajusta por inflación, este aumento se reduce a un 21% en términos reales.
El esfuerzo teórico de compra en este segmento supera el 35% de la renta disponible media en todas las comunidades autónomas, salvo en La Rioja. Particularmente, en Baleares, Andalucía, Extremadura, Madrid y Cataluña, este esfuerzo se eleva por encima del 50%.
El reto en 2025 y en los próximos años consiste en solventar las dificultades que está afrontando actualmente la construcción
Desde Tinsa, se espera que los precios de la vivienda continúen su trayectoria ascendente, impulsados por la escasez de obra nueva. Aunque se prevé un aumento en la construcción, este será insuficiente para satisfacer la demanda generada por nuevos hogares y la compraventa por parte de extranjeros, especialmente no residentes. Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, apunta que los problemas incluyen la generación de suelo, largos procesos administrativos y la falta de mano de obra.
Los mayores incrementos de precios en obra nueva se están produciendo en zonas de la costa cantábrica y mediterránea, así como en los principales polos de empleo como Madrid, Barcelona y Málaga. Los precios en estas ubicaciones han superado los máximos registrados durante la burbuja de 2007, como es el caso de Baleares, donde el precio real es un 19% más alto, y en municipios como Málaga y Benidorm, que muestran un incremento del 2%.
Los visados de obra nueva han resurgido en estas áreas, concentrándose en polos de empleo, focos turísticos y ubicaciones secundarias con planes de crecimiento. En los últimos cinco años, se ha destacado el aumento de visados en zonas como Sevilla, Pontevedra, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza, lo que indica una creciente apuesta por el desarrollo en áreas secundarias.