La madrugada de este martes, la onza de oro troy alcanzó un nuevo máximo histórico al cotizar a 3.508,7 dólares, superando su récord anterior de 3.500,1 dólares registrado el pasado 21 de abril. Esto ocurre en un contexto de incertidumbre sobre la independencia de la Reserva Federal debido a la presión de la Administración Trump y a posibles movimientos en la política monetaria.
Los recientes aumentos en el precio del oro pueden atribuirse a la tensión existente en torno a la independencia de la Fed, exacerbada por el despido de Lisa Cook, gobernadora del banco central, a instancias del presidente. Este evento ha sido justificado por supuestas irregularidades en documentos de solicitudes hipotecarias. En paralelo, hay una creciente expectación sobre el proceso de selección del próximo presidente de la Fed, ya que el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, comenzará a entrevistar candidatos para suceder a Jerome Powell. Bessent, según analistas de Renta 4, podría presentar tres o cuatro nombres a Trump, quien tomará la decisión final.
A partir de ahí, es previsible que Bessent presente tres o cuatro nombres a Trump entre los que éste decidirá quién será el próximo presidente de la Fed, han pronosticado los expertos.
Además de las tensiones políticas, el oro ha hallado soporte en la expectativa de un recorte de tipos de interés por parte de la Fed en su próximo encuentro del 17 de septiembre. La herramienta CME Fed Watch otorga casi un 90% de posibilidades a esta eventualidad. La persistencia de riesgos geopolíticos también juega un papel crucial. Según Chris Mahoney, gestor de inversiones de Jupiter AM, las compras oficiales por parte de los bancos centrales podrían aumentar en la segunda mitad del año.
El 43% de las entidades monetarias tienen intención de aumentar sus reservas de oro en los próximos meses, indicó Mahoney, basándose en una encuesta reciente del Consejo Mundial del Oro.
