Los ministros de Comercio de la Unión Europea se reúnen este lunes en Bruselas para evaluar las tensiones comerciales con Estados Unidos, tras un anuncio reciente de que la UE mantendrá el freno a las represalias por los aranceles de Donald Trump, insistiendo en una solución negociada antes del 1 de agosto. Esta fecha es el nuevo plazo establecido por el presidente estadounidense para llegar a un acuerdo antes de imponer un 30% de aranceles generalizados sobre las producciones europeas.
El encuentro en Bruselas, convocado con carácter extraordinario, también servirá para analizar las tensiones con China antes de la próxima cumbre bilateral y para fortalecer relaciones comerciales con socios considerados más «fiables», como el Mercosur. El acuerdo con Mercosur, cerrado en diciembre del año pasado, sigue pendiente de ratificación debido a reservas expresadas por Francia.
Desde la introducción de aranceles en abril, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha buscado un acuerdo mínimo que sirva como un «marco fiable» para negociaciones más prolongadas. Aunque existe una tregua, las exportaciones europeas al mercado estadounidense actualmente enfrentan un recargo importante: 50% en acero y aluminio, 25% en automóviles y piezas, y un 10% en otras producciones. En general, el 70% de las exportaciones europeas a Estados Unidos están afectadas por aranceles.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acordó con Trump acelerar las negociaciones para llegar a un acuerdo antes del 9 de julio. Sin embargo, tras las recientes amenazas de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, von der Leyen ha reconocido que es «imposible» alcanzar un acuerdo detallado para esa fecha, extendiendo el plazo tres semanas más.
Los europeos buscan un acuerdo preliminar lo antes posible, conscientes de que este sería un «acuerdo de principios» que solo marcaría el inicio de un proceso hacia un verdadero pacto comercial.
En la reunión, a la que asistirá el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, se reevaluará la «doble vía» de estrategia con Washington, que aboga por el diálogo mientras se preparan contramedidas.
Por el momento, las primeras rondas de aranceles europeos sobre productos estadounidenses permanecen congeladas hasta el 1 de agosto. Sin embargo, la Unión Europea asegura que está lista para activar dichas medidas si fuera necesario, aunque no ha especificado las cifras finales. Mientras tanto, países como Francia sugieren emplear un mecanismo anticoerción para situaciones extraordinarias, aunque von der Leyen ha descartado su uso por ahora, afirmando que es el «momento de negociar».
Además de discutir las tensiones transatlánticas, los ministros explorarán nuevas alianzas comerciales. Un ejemplo reciente es el acuerdo político con Indonesia para cerrar un Tratado de Libre Comercio en septiembre y negociaciones con India antes de fin de año.
Trabajar por nuevos acuerdos refleja el compromiso de la Unión Europea de ser vista como un socio «maduro y estable» en el contexto geopolítico actual.
Por último, Bruselas y países como Alemania y España están urgidos por finalizar la ratificación del pacto con Mercosur, mientras las reservas de Francia generan frustración debido a la importancia del acuerdo para compensar las pérdidas por los aranceles estadounidenses.
