Reino Unido e India han cerrado este martes un acuerdo comercial tras tres años de intensas negociaciones, con el objetivo de aliviar las presiones económicas derivadas de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Este tratado tiene como consecuencia la reducción de las barreras comerciales para el 90% de las exportaciones actualmente gravadas, alcanzando un 85% de liberación total de aranceles en un plazo de diez años.
El pacto incluye la reducción de aranceles para productos británicos como whisky y automóviles dirigidos a la India, así como menores gravámenes para artículos aeroespaciales, eléctricos, cosméticos y alimentos específicos como el cordero. Por su parte, India se beneficiará de un acceso más sencillo a los mercados británicos para productos textiles, calzado y algunos alimentos.
Las tarifas sobre el whisky y la ginebra se reducirán a la mitad, del 150% al 75%, y posteriormente al 40% en el décimo año de vigencia del acuerdo. Los aranceles sobre los automóviles británicos caerán del 100% al 10%, estableciendo cuotas para los intercambios de vehículos entre ambas naciones.
Desde Downing Street, se estima que este pacto podría agregar anualmente 4.800 millones de libras (5.645 millones de euros) al PIB británico para el año 2040, además de generar 2.200 millones de libras (2.587 millones de euros) en salarios y aumentar el comercio bilateral en 25.500 millones de libras (29.989 millones de euros).
"Estamos en una nueva era para el comercio y la economía", ha declarado el primer ministro británico, Keir Starmer, enfatizando la importancia de fortalecer la economía del Reino Unido. Su homólogo indio, Narendra Modi, ha calificado el acuerdo como un “hito histórico” que promete fomentar más inversiones, crecimiento y empleo entre ambas naciones.
