“El usuario puede esperar hasta ocho meses para conseguir acceder a energía limpia, una pérdida de unos 266 euros por vivienda”
El potencial español en cuanto a la energía solar es un hecho contrastado, pero no extendido por unos consumidores que han permanecidos ligados a la electricidad tradicional. Hasta ahora. Y es que la llegada de jugadores como Aldea Energy han cambiado las reglas del juego. Tanto, que esta empresa que apuesta por el autoconsumo colectivo ha crecido en menos de un año de forma exponencial y ya ha conseguido el respaldo de aceleradoras como Lanzadera, la apuesta de Juan Roig para ayudar a dar el salto definitivo a nuevas startups con proyección. Pero ¿qué ha conquistado al proyecto del líder de Mercadona de Aldea Energy? Roberto Rubio, cofundador y CEO de la empresa, desvela a Capital cuál es su modelo de negocio.
En menos de un año Aldea Energy ha pasado de nacer a ser seleccionada por una aceleradora de proyectos como Lanzadera. Cuando comenzaron esta aventura, ¿pensaron que el crecimiento sería tan exponencial y en tan poco tiempo?
Las comunidades solares que ofrecemos en Aldea Energy tienen mucho potencial. Nuestro objetivo es ofrecer las ventajas que ofrece el autoconsumo sin que el usuario tenga que invertir inversión, ni realizar instalaciones, ni enfrentarse a trámites ni permanencia, teniendo en cuenta de que en España más del 60% de las viviendas son bloques de edificios y, por lo tanto, este tipo de viviendas no reúnen las características necesarias para instalar paneles solares.
La escasez de este modelo en España es una gran oportunidad para empresas como la nuestra. Nosotros buscamos ofrecer una alternativa eficiente a las energías tradicionales que suponen un ahorro de hasta un 70% en la factura de la luz y ofrecer energía local evitando el impacto medioambiental de las mega plantas.
El modelo de Aldea consiste en alquilar grandes cubiertas (más de 500 metros cuadrados) por un largo periodo de tiempo para explotar los tejados a través de instalaciones fotovoltaicas. Una vez puesta en marcha la instalación, los dueños de las cubiertas reciben la energía generada sin coste, fomentando así un modelo colaborativo en el que todas las partes implicadas se benefician. Y con el resto se ofrece en un modelo de suscripción o compra a las familias o negocios que se encuentran en un radio de dos kilómetros. Esto lo conseguimos gracias a un modelo de suscripción que ofrecemos a través de la comercializadora propia del grupo.
Ante este planteamiento sabíamos que ofrecíamos de verdad una propuesta distinta al resto de compañías, ya que la competencia se queda únicamente en la instalación. Pero no daban ese paso adelante con la comercializadora. Por eso metimos capital, equipo capaz de llevarlo a buen puerto y los esfuerzos de todos han dado sus frutos pronto.
¿Cómo ha cambiado la situación de la startup con esta selección?
Estamos en un momento de asentar procesos, de conocer a nuestros partners y nuestros clientes. Y por supuesto compartir ideas con empresas y personal con experiencia aporta mucho valor.
¿Cómo y cuándo se les ocurrió lanzarse al emprendimiento con esta idea?
Al venir del sector y haber trabajado en la comercialización de energía y el autoconsumo individual, Aldea unía ambas patas a la perfección y la visión de la transición energética nos empujaba hacia ello.
Su modelo de negocio se basa en el autoconsumo colectivo. ¿Qué es y qué evolución está teniendo en España en los últimos tiempos?
El autoconsumo colectivo se da cuando un grupo de consumidores se alimenta de energía eléctrica que proviene de instalaciones de producción próximas al lugar en que se consumen y asociadas al mismo.
El autoconsumo en España ha marcado durante el último año un nuevo récord con un incremento del 21% con respecto al año anterior. Dentro de estas instalaciones, la mayoría corresponden a viviendas unifamiliares. Sin embargo, España el país de la Unión Europea donde más ciudadanos viven en edificios plurifamiliares, con un 66% frente al 25-30% en países como Francia, Bélgica o Países Bajos.
El autoconsumo colectivo todavía es muy incipiente en España. ¿Hay que democratizarlo vía legislativa?
Durante los últimos meses hemos asistido a cambios importante para este modelo de negocio. Por ejemplo, cuando el pasado mes de noviembre el Gobierno amplió a dos kilómetros el límite del autoconsumo compartido. Y ahora se está trabajando para ampliarlo en el futuro, una medida que incentivará la inversión y el desarrollo de este modelo.
Sin embargo, hay que trabajar para agilizar la puesta en marcha de las conexiones por parte de las distribuidoras, ya que actualmente el usuario puede esperar hasta ocho meses hasta que consigue acceder a esta energía limpia. Lo que supone una pérdida de unos 266 euros por vivienda.
Por el momento disponen de unas pocas zonas en las que poder sumarse a la comunidad solar de Aldea Energy. ¿Cómo prevén su expansión en los próximos meses?
Actualmente estamos construyendo cinco comunidades en Alicante y Castilla La Mancha. Según los cálculos que manejamos, tres de cada cuatro tejados en España son viables para la instalación de placas solares. La Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana son las que tienen una mayor viabilidad, mientras que País Vasco y Navarra, las que menos. Por este motivo somos muy ambiciosos con nuestro crecimiento y esperamos cerrar el año con más de 100 comunidades solares, una potencia instalada de 10MW y unas 3500 suscripciones.
A largo plazo, estimamos que tendremos en funcionamiento unas 1000 comunidades repartidas por toda España y una potencia instalada de 100MW.
¿Qué requisitos ha de tener una vivienda/particular/empresa para poder adherirse a una de las comunidades solares de Aldea Energy?
El único requisito que debe tener el consumidor es contar con una comunidad solar en un radio de dos kilómetros. Si se cumple esta premisa, lo único que tiene que hacer la vivienda/empresa es seleccionar la tarifa a la que quiere adherirse. En este sentido, el usuario puede elegir el plan que más se adapte a las necesidades del consumidor. Entre las peculiaridades de este modelo destaca que, toda la energía generada a la que se suscribe cada usuario, puede autoconsumirla o beneficiarse del vertido a la red a precio de mercado.
Además, a través del sistema de Ventanas de compras ofrecemos la posibilidad de comprar cuota de participación en el colectivo. Para ello el usuario puede elegir el plan que más se adapte a él y adquirir el coeficiente durante los dos primeros años. En ese caso, se descontarán las cuotas que se hayan pagado hasta el momento de la compra. Puede cambiarse el plan cuando lo necesite.
¿Cuántos clientes pueden adherirse a una única comunidad solar?
De media unos 70 clientes. Pero todo depende de las necesidades de cada cliente. Nuestro modelo va orientado a particular y empresa. En el caso de particular es muy claro, pero cuando metemos en la coctelera a empresa, el caudal disponible para los clientes puede variar mucho.
¿Qué tipo de clientes son los que más están solicitando sus servicios: particulares, comercios o empresas?
A pesar de que los comercios son el público ideal dado que el horario comercial encaja con las horas solares de producción, estamos teniendo mucho interés en particulares. Aunque como he dicho antes, nuestro modelo encaja tanto en empresas como en residencial.
¿Cuánto puede ahorrar un consumidor después de un año contratando Aldea Energy?
Depende del perfil del consumidor. Para el que compra un coeficiente el ahorro puede suponer hasta un 70% de la factura de la luz. Sin embargo, para los suscriptores hablamos de ahorros de entre 2 y 3 euros por cada 1 euro suscrito.
¿Cuánto hay de rentabilidad y cuánto de valores sostenibles a la hora de sumarse a la energía solar?
Cuando hablamos de energía solar, hablamos no solo de ahorro, sino de independencia energética y compromiso medioambiental. Consumir energía de red tiene un hándicap que tiene que ver con los peajes y cargos y los costes asociados a la red, que sumado al precio de la energía que ofrece OMIE dispara nuestra factura. Históricamente hemos tenido estos costes cerca de los 0,13€kWh en horas solares, que sumado al precio de OMIE, incentivaba el autoconsumo.
En autoconsumo una familia puede llegar a cubrir el 70% de su factura eléctrica, todo depende de sus hábitos de consumo. El objetivo es solapar generación de energía con consumo, y cuanta más cantidad más ahorro. Nuestro modelo va más allá dado que permite optimizar sus kWh sin necesidad de inversión, únicamente con la suscripción al servicio.
¿Cómo observan desde su perspectiva la transición renovable en España?
Tanto en España como en la Unión Europea existe un gran problema que es la concesión de permisos y el proceso burocrático para poner en marcha instalaciones de este tipo. Esto está frenando cientos de proyectos renovables y está impidiendo que alcancemos los objetivos marcados. Necesitamos un marco regulatorio estable y procesos claros y eficientes que den confianza a los inversores y que ayude a las empresas como la nuestra a expandirse y ofrecer energías limpias a la sociedad.
¿Cómo creen que evolucionará en los próximos años?
Estamos viendo ya cómo el sector energético renovable está ganando un gran peso. Por ejemplo, que las energías renovables generaron en España, por primera vez, más del 55% de la energía electricidad durante el año pasado o que en Reino Unido las renovables han generado más electricidad que el gas durante el pasado invierno.
Estas son noticias a las que poco a poco nos iremos acostumbrando, pero que hoy reflejan los esfuerzos y la inversión de millones de euros que se han hecho durante los últimos años. Además, el actual contexto internacional que tenemos hará que las energías renovables, en todas sus ramas, continúen desarrollándose de manera exponencial.
