Capital entrevista a la directora general de Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), Beatriz Blasco Marzal
El verano es el momento por excelencia de los refrescos. Beatriz Blasco Marzal, directora general de la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), destaca en una entrevista con Capital las buenas expectativas de su sector de cara a estos meses, gracias a la recuperación del turismo nacional e internacional.
El 60% del consumo de refrescos se produce fuera de casa, algo que se potenciará este verano al calor del buen momento del sector turístico. Esas circunstancias "permiten prever unos buenos meses para el consumo", reconoce Blasco. Además, el verano es la época elegida por las marcas para realizar más lanzamientos de productos nuevos, que requieren el 30% de la inversión total de los fabricantes.
Pese a esa dinámica, el sector afronta la inflación como hace el resto. "Toda la cadena de valor ha intentado amortiguar estos efectos, sin embargo, la situación incluso se ha visto acrecentada por el incremento de las cargas fiscales" subraya la directora general de Anfabra. En su opinión, "el nuevo impuesto al plástico, la aprobación de la Ley de Residuos y el Real Decreto de Envases han añadido una carga adicional a la industria y les han restado competitividad frente a otros países".
Sostenibilidad y azúcar
Por ello, afirma que "es fundamental huir de normativas y regulaciones aisladas que resten competitividad a nuestras industrias o no faciliten el progreso". Este mensaje lo repite durante la entrevista en dos ocasiones y, según Blasco, eso es lo que han hecho otros países que sí "han comprendido las dificultades actuales". De ese modo, aprovecha para pedir al nuevo Gobierno que "brinde certidumbre a las empresas y promueva la inversión en innovación y sostenibilidad".
Más allá de eso, la directiva explica los diferentes hitos que han llevado a cabo los fabricantes para reducir su huella ambiental y la cantidad de azúcar que tienen los refrescos. Destaca la caída del 21% en el consumo de agua entre 2010 y 2021. Así, la ratio de consumo de agua es la mitad de la que se usa para otras bebidas, dice Blasco. En cuanto a la energía, la reducción del consumo entre esas mismas fechas es del 22%, aunque existe el objetivo de alcanzar el 30% en 2025.
Con respecto al azúcar, entre 2005 y 2020 se consiguió una reducción del azúcar del 43%, a lo que se espera sumar otro 10% para 2025. Con ese esfuerzo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) sitúa a la industria como un referente del sector agroalimentario, insiste la directora general de Anfabra.
En adición, se han hecho importantes esfuerzos para impulsar variedades bajas en calorías, que ya representan la mitad de las bebidas refrescantes que se comercializan en España. Dichas iniciativas persiguen adaptarse a los consumidores, "que sitúan cada vez más el autocuidado personal como un elemento fundamental de su día a día".
Ese cambio en los consumidores tiene otras derivadas. "Los hábitos de consumo de los españoles han cambiado tras la pandemia, principalmente entre los más jóvenes, quienes actualmente anteponen el consumo de refrescos bajos y sin calorías frente a otras opciones", explica Blasco. Esto explica gran parte de las 300 innovaciones al año que se lanzaron entre el 2018 y el 2021.
A eso cabe añadir la reactivación de la vida social y pequeñas modificaciones en los momentos de consumo. "El aperitivo y el tardeo han aumentado el número de adeptos", comenta Blasco. Para la industria, "esto no deja de ser algo muy positivo, ya que se multiplican los momentos en los que aumentan las interacciones sociales y los refrescos forman parte de ellas".
