La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha solicitado a las administraciones que implementen ayudas directas adicionales para los afectados por la dana que devastó la provincia de Valencia a finales de octubre. La presidenta de la CEV, Eva Blasco, ha calificado las actuales medidas de claramente insuficientes y ha instado al Consorcio de Compensación de Seguros a acelerar los pagos de indemnizaciones.
En su comparecencia ante la comisión del Ayuntamiento de València dedicada a la recuperación de las áreas dañadas, Blasco alertó del riesgo de que muchas empresas y autónomos se enfrenten al cierre si no se facilitan estos recursos. Afirmó, «Si no fluye el dinero habrá una auténtica destrucción de empresas», enfatizando la necesidad urgente de una respuesta robusta.
Impacto significativo en el tejido empresarial
La catástrofe ha afectado a más de 61.000 empresas y 34.000 autónomos en la provincia, con daños estimados que superan los 3.700 millones de euros, lo que representa un 20% del PIB provincial. Blasco mencionó que, de las más de 225.000 solicitudes presentadas al Consorcio de Seguros, 12.232 corresponden a la ciudad de València, involucrando a más de 8.700 vehículos afectados.
Asimismo, la presidenta remarcó que las indemnizaciones no son ayudas directas, ya que son financiadas por los asegurados mediante recargos en sus pólizas. Sin embargo, exigió que el proceso de compensación se agilizara para evitar que los negocios cierren debido a la falta de liquidez.
La CEV también propuso una visión metropolitana para la recuperación económica y la necesidad de un plan que minimice el riesgo de futuras inundaciones, de modo que se genere confianza entre los inversores. Esta propuesta viene acompañada de la exigencia de que el Gobierno bonifique impuestos a los afectados.
Además, José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, advirtió que la pérdida sufrida no podrá ser recuperada solo con un crecimiento natural. Defendió la urgencia de un «impulso mayor» en las ayudas que se necesitarán para reconstruir la economía, resaltando que es crucial abordar las necesidades específicas de las empresas afectadas para poder avanzar en este proceso.
