Ford Motor Company ha registrado un beneficio neto atribuido de 471 millones de dólares (415,2 millones de euros) correspondiente al primer trimestre de 2023, lo que representa un descenso del 64,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este dato fue divulgado por la propia compañía, que también ha informado sobre un impacto neto adverso en el Ebit ajustado de aproximadamente 1.500 millones de dólares (1.322 millones de euros) para el año actual, consecuencia de los aranceles.
Entre enero y marzo, Ford alcanzó unos ingresos de 40.659 millones de dólares (35.860,4 millones de euros), lo que significa una caída del 5% respecto a los 42.777 millones de dólares (37.724 millones de euros) del primer trimestre de 2022. La empresa ha atribuido esta disminución «a la reducción en las ventas al por mayor, derivada de un cierre planeado en ciertas plantas relacionado con el lanzamiento de nuevos productos y medidas de reequilibrio de inventario». Las ventas de Ford durante este periodo se han reducido en un 7%, con 971.000 unidades vendidas frente a 1,04 millones en igual periodo de 2022.
Asimismo, el beneficio neto de explotación (Ebit) ajustado se ha situado en 1.019 millones de dólares (898,3 millones de euros), un 63,1% menos que en el mismo trimestre del año anterior, cuando se reportaron 2.763 millones de dólares (2.435,9 millones de euros). Jim Farley, presidente y director ejecutivo de Ford, indicó que «estamos fortaleciendo nuestro negocio subyacente con una calidad significativamente mejor y es nuestro tercer trimestre consecutivo de mejora de costos interanual, excluyendo el impacto de los aranceles».
En cuanto a las proyecciones anuales, Ford ha mantenido su previsión de Ebit ajustado entre 7.000 millones y 8.500 millones de dólares (entre 6.169 y 7.050,6 millones de euros), excluyendo el impacto de los aranceles. No obstante, se anticipa que habrá un impacto adverso neto en el Ebit ajustado de alrededor de 1.500 millones de dólares (1.322 millones de euros) en 2025, debido al «riesgo a corto plazo de interrupción de la cadena de suministro» por posibles aranceles futuros en Estados Unidos. La compañía ha reconocido que «estos riesgos sustanciales de la industria podrían tener un impacto significativo en los resultados financieros», lo que complica la actualización de las previsiones para el año completo.
