Iberdrola ha informado un beneficio neto de 2.004 millones de euros durante el primer trimestre de 2024, lo que representa una caída del 27,4% en comparación con los 2.759 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Esta disminución se atribuye a las plusvalías millonarias obtenidas por la venta de activos en México en el ejercicio anterior. No obstante, al ajustar los resultados, la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán muestra un incremento del 26% respecto al primer trimestre de 2023.
En cuanto al beneficio bruto de explotación (Ebitda), este se ha situado en 4.643 millones de euros, lo que representa un aumento del 12% respecto al mismo periodo del año anterior, excluyendo las desinversiones en generación térmica. A pesar de los resultados de este primer trimestre, Iberdrola ha reafirmado sus previsiones para el año, anticipando un crecimiento de dos dígitos en el beneficio neto, abarcando el impacto de costes reconocidos en Estados Unidos.
En términos de inversiones, la compañía ha alcanzado cifras récord, con un total de 17.300 millones de euros invertidos en los últimos 12 meses, lo que representa un incremento del 44% en relación al periodo anterior. En el primer trimestre de 2024, las inversiones fueron de 2.720 millones de euros, un 14% más que en el mismo periodo del año pasado. Las principales áreas de inversión fueron Estados Unidos y Reino Unido, concentrando el 65% del total.
De las distintas divisiones de negocio, las redes eléctricas fueron las más destacadas, representando el 53% de la inversión total con 1.432 millones de euros, un aumento del 18% respecto al mismo periodo del año anterior. Este crecimiento ha permitido que los activos regulados de Iberdrola alcancen 49.000 millones de euros, tras la integración de ENW, y se ha elevado la previsión de cierre del ejercicio hasta 51.000 millones de euros.
Las inversiones en energías renovables también se han mantenido en un nivel selectivo, alcanzando 1.064 millones de euros, lo que implica un aumento del 7%. Más de la mitad de esta inversión se destina a la eólica marina, destacando proyectos como East Anglia 2 y 3 en el Reino Unido y Vineyard Wind en Estados Unidos, que representan el 80% de la inversión en esta categoría.
