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Lifestyle

Casa Primicia, tradición e innovación en la bodega original más antigua de España 

Por Marta Díaz de Santos

Iker Madrid (director): “Todas mis memorias se encuentran aquí, la vendimia era una fiesta con amigos y familiares” 

“La exportación ya representa dos terceras partes de nuestras ventas” 

Enclavada en el corazón de la prestigiosa región vinícola de Rioja se encuentra una joya enológica que encarna la esencia de la tradición y la pasión por el vino: Casa Primicia. Con su legado arraigado en siglos de viticultura y un enfoque inflexible en la excelencia, esta bodega se erige como un faro de la cultura enológica riojana en la localidad de Laguardia, municipio histórico de la provincia de Álava. 

En 1973, Julián Madrid, viticultor de Laguardia, adelantado a su época y un enamorado de su pueblo y los vinos de su tierra, rescata Casa Primicia de la historia. Así comienza un relato que nos narra su nieto, Iker Madrid, al frente de la bodega, mientras nos deleitamos entre viñedos -y en plena ola de calor- con un vino blanco fresco afrutado, el Carravalseca Blanco. 

“Es una opción fabulosa para estos momentos. Pero si tuviese que elegir uno, sin duda sería el vino que hicimos en honor al abuelo, el Julián Madrid, buque insignia de la familia y un vino muy especial para los que somos parte de ella”, nos confiesa. Un Reserva que cada año se supera, elaborado a partir de una exhaustiva selección de uvas de tempranillo que permanece en barrica de noble roble francés durante 20 meses. 

Recorrer cada uno de sus rincones es viajar en el túnel del tiempo, ya que es la bodega original más antigua de España. Su nombre hace honor a ser la primera edificación construida en la localidad, y ha forjado su camino desde sus inicios como una antigua casa de labranza a una bodega de renombre internacional. 

Casa Primicia es el corazón y origen de una bodega familiar en la que la tercera generación continúa con el legado de su fundador, visionario elaborador de vinos de máxima calidad en Rioja Alavesa. El proyecto surgió a raíz del sueño de este pionero, que rescató del olvido un lugar mágico y entendió cómo la conjunción entre tradición y progreso podía ayudar a conseguir los mejores vinos en Rioja.  

Este proyecto, nos cuenta Iker Madrid, rescató del olvido Casa Primicia, el -recordemos- edificio civil más antiguo de la villa de Laguardia, donde, a nueve metros bajo tierra se encuentran los calados más antiguos de Rioja Alavesa. En concreto, en las excavaciones realizadas, los arqueólogos e historiadores no han encontrado huella de trigo o centeno, principales productos agrícolas en la Edad Media. 

Sin embargo, todo lo desenterrado se relaciona con la uva y el vino, lo que revela su valor histórico como probablemente la bodega más antigua del mundo que sigue en pie. Sus cimientos históricos son palpables en cada rincón de la propiedad, desde las estructuras de piedra que atestiguan el paso del tiempo hasta los viñedos que rodean la bodega, plantados con la emblemática uva Tempranillo que ha definido la región.  

Los recuerdos de Iker Madrid están asociados al vino desde que era un niño. “Todas mis memorias se encuentran aquí, donde estuvo siempre la casa familiar que ahora vemos convertida en oficinas, laboratorio del enólogo, etc. Era el lugar en el que pasábamos todos los veranos y prácticamente todos los fines de semana. La vendimia por aquel entonces se planteaba como una fiesta a la que acudían amigos y familiares para ayudar”. 

El nieto del fundador prosigue el relato asegurando que “en Laguardia siempre se realizaba la cosecha en el puente del Pilar, se vendimiaba de sol a sol, y siempre se terminaba con una cena que se celebraba el último día. Es cierto que eran otros tiempos, por aquel entonces nosotros, aun siendo jóvenes, también estábamos inmersos en el proceso y echábamos una mano en embotellados y todo el trabajo que abarca”. 

Y añade que “las producciones de antaño solían ser más pequeñas y familiares. En nuestro caso, además, gracias a que tuvimos bastante éxito internacional, hemos crecido en la exportación, que representa dos terceras partes de nuestras ventas”. 

“Según hemos ido expandiéndonos, hemos aumentado la bodega con ampliaciones, como la nave nueva que construimos de elaboración, expresamente para la vendimia. Aunque se haya perdido ese romanticismo de la antigua fiesta de la vendimia, hoy todo es mucho más seguro ya que está perfectamente regulado y se dan las plenas condiciones para que el proceso sea perfecto”, concluye Madrid.

Aunque celebra sus raíces históricas, Casa Primicia no ha renunciado a la innovación. La bodega ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre métodos tradicionales y técnicas modernas de vinificación. Las uvas, cuidadosamente seleccionadas a mano de los viñedos más antiguos, son tratadas con el máximo respeto a su origen. 

La fermentación en tinas de roble y la crianza en barricas añaden profundidad y complejidad a los vinos, respetando los métodos que han sido perfeccionados a lo largo de generaciones. 

Una experiencia sensorial única

Una visita a Casa Primicia es más que una degustación de vinos; es una inmersión en la rica cultura vinícola de Rioja. Los visitantes somos recibidos con la hospitalidad cálida y genuina que caracteriza a la región. Recorridos por las bodegas subterráneas revelan la cuidadosa elaboración de los vinos y permiten un acercamiento a las barricas que albergan tesoros envejecidos. Las catas guiadas ofrecen la oportunidad de saborear la diversidad de los vinos de la bodega, desde jóvenes y frescos hasta los robustos y maduros. 

Pero Casa Primicia no sólo es una bodega, sino también un testigo del arte de la vinificación. Su enólogo, Fernando Domingo, maestro en la interpretación de la uva y su transformación en líquido deleite, es el director de una sinfonía de sabores y aromas. Cada botella que sale de la bodega es un tributo a la pasión y dedicación que se vierte en cada paso del proceso. 

Es mucho más que un simple productor de vinos; es un guardián de la tradición, un embajador de la región de Rioja y un puente entre el pasado y el futuro. Cada sorbo de un vino de Casa Primicia es una conexión con la tierra, la historia y el espíritu de una región que ha dado forma al mundo del vino. 

Sus viñedos están situados en un entorno único protegido por la Sierra de Cantabria, donde se escucha únicamente el vuelo de las numerosas aves que pueblan este paisaje. “Hemos tratado de conservar, proteger e incluso potenciar toda la fauna y flora de un lugar tan especial como este. La altitud, por encima de los 600 metros, y la ausencia de otros proyectos que pudieran contaminar el viñedo, unidas a un microclima con viento, nos permite evitar enfermedades y poder elaborar vinos de mucha calidad y volúmenes limitados”, añade Madrid. 

También han realizado una apuesta muy fuerte por la sostenibilidad y por tener en la medida de lo posible los viñedos ecológicos y, lógicamente, vinos ecológicos. En esta línea destacan Carravalseca Blanco y Carravalseca Crianza, que además son perfectos para el verano. Fernando Domingo decide cada año qué uvas se acaban utilizando para una tirada muy limitada (normalmente inferior a 8.000 botellas). 

Todas se vendimian en el mismo día y siempre se utilizan únicamente las que están en perfecto estado. “No es posible llevarlos a cabo en todos los casos, pero en los viñedos en los que hemos sido capaces sí hemos realizado esa reconversión y seguiremos con la idea de avanzar un poco más”, detalla Iker Madrid. 

Sin duda, Casa Primicia es un testimonio vivo de la relación íntima entre el vino y la cultura. Sus vinos capturan la esencia misma de Rioja y su rica herencia vinícola, ofreciendo a los amantes del vino una experiencia que trasciende el tiempo y celebra el arte de la vinificación. 

Julián Madrid Selección de Familia

En Casa Primicia, que, por su estructura de piedra cuenta con unas condiciones idóneas para lograr vinos de calidad, se envejece Julián Madrid Selección de Familia. Este tempranillo, como mencionaba su nieto, rinde homenaje al abuelo de los actuales propietarios de la bodega. 

No en vano, Julián Madrid atesora 28 medallas de oro y dos Grandes Oros desde el año 2000, obtenidos en prestigiosos certámenes internacionales, así como en Bacchus, la gran cita española del mundo del vino. Otras distinciones especiales son el Best European Wine en Tokyo en 2005, el Best Rioja Reserve en Mundus Vini en 2017 y su elección como uno de los 50 mejores vinos en Selections Mondiales des Vins Canada 2021. 

Un reconocimiento al trabajo exhaustivo y riguroso del ya mencionado enólogo Fernando Domingo, con 25 años de trabajo en la bodega a sus espaldas. El resultado es un vino de gran complejidad, con aromas de fruta negra madura, notas especiadas con toques tostados sobre fondo lácteo. En boca resulta equilibrado, con sensaciones frutales y un final largo. 

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