El grupo ecologista Transport & Environment (T&E) ha publicado un nuevo informe que sitúa a Volvo Cars, Mercedes-Benz y Tesla como líderes en la carrera hacia la movilidad sostenible mediante la descarbonización de la producción de chasis en el sector automovilístico. Este liderazgo se debe principalmente al uso de acero más limpio, fabricado a partir de energías renovables en lugar de combustibles fósiles, lo cual es esencial dado que hasta el 30% de las emisiones de la producción de automóviles provienen del acero.
La clasificación realizada por Lead the Charge evalúa aspectos cruciales para la descarbonización del acero, como la transparencia, objetivos para el acero con bajas emisiones de carbono y el empleo de acero reciclado. También se analizan los acuerdos firmados para la adquisición de acero con emisiones casi nulas. Volvo destaca al marcarse objetivos ambiciosos y haber concretado varios acuerdos de compra. Mientras tanto, Mercedes-Benz lidera en el establecimiento de estos acuerdos en Europa y Norteamérica.
Tesla, por su parte, se posiciona como la única empresa que revela las emisiones detalladas de alcance 3 en su cadena de suministro de acero, una muestra clara de su compromiso con la sostenibilidad.
Para seguir siendo competitivos, los fabricantes de automóviles europeos deben tomar la iniciativa en la limpieza de sus cadenas de suministro y componentes
Señala Oscar Pulido, responsable de electrificación de flotas en T&E España, resaltando la importancia de reducir el impacto de carbono en los componentes de automóviles para mantener la competitividad global.
El informe de T&E refleja un avance significativo en la industria automotriz: en 2021, dos tercios de los fabricantes tenían una puntuación de cero en sus esfuerzos por descarbonizar sus cadenas de suministro de acero, pero solo dos años después, esta cifra está por debajo de un tercio. Sin embargo, T&E advierte que estos progresos no son suficientes por sí solos. La organización insta a la Comisión Europea a implementar normas que, a partir de 2030, obliguen a los fabricantes a utilizar un mínimo del 40% de acero verde en nuevos vehículos, contemplando hasta un 100% en 2040.
Un impacto desmesurado en el futuro de la floreciente industria del acero verde
Así describe T&E al sector automovilístico europeo, que representa el 17% de la demanda de acero en el continente. Un factor que, según el informe, requiere una transición rápida hacia el uso de electricidad para evitar quedarse atrás en el mercado global.
