“Lideremos el cambio, aumentemos nuestros compromisos y nuestra ambición para cumplir los objetivos y evitar que el planeta desaparezca”
El sector empresarial, independientemente del tamaño de las empresas que lo conforman, tiene un papel fundamental en el desarrollo de una economía sostenible. No debería ser una excusa indicar que, por ser una compañía de menor tamaño, no se puede contribuir o no se puede integrar una estrategia de sostenibilidad empresarial. Se considera que hay que hacer grandes inversiones económicas para poder realizarlo, y nada más lejos de la realidad.
Debemos repensar nuestra actividad y comprobar los impactos de nuestras acciones. La hoja de ruta definida por Naciones Unidas en septiembre de 2015 nos permite un amplísimo abanico de posibilidades. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una guía para nuestro camino, un camino en el que debemos acelerar nuestros pasos para poder llegar a nuestro destino a tiempo. Nos encontramos justo en el ecuador de la Agenda 2030 y disponemos de menos de siete años para contribuir a su cumplimiento.
Es por ello que todas las empresas deben aumentar su ambición climática, social y de buen gobierno corporativo. Debemos ir más allá del cumplimiento normativo, anticiparnos y actuar, porque ser sostenible no es una moda, es una forma de entender que todas nuestras acciones tienen un impacto y debemos ser consecuentes con las mismas. Todo suma y debemos contribuir a perpetuar un planeta que no es de nuestra propiedad y que tenemos el deber de cuidar para que las futuras generaciones puedan disfrutar también como nosotros.
Es fundamental desarrollar acciones a corto, medio y, sobre todo, a largo plazo. Las empresas deben definir su estrategia de Sostenibilidad hasta 2030 en sus tres pilares: Ambiental, Social y de Buena Gobernanza, con objetivos reales, cuantificables y medibles en el tiempo.
El pilar Ambiental debe alinear sus intereses con la demanda científica de no elevar la temperatura media del planeta por encima de 1,5ºC, conforme con la Iniciativa Science Based Targets (SBTi). La compañía debe definir su estrategia de cambio climático y de aceleración para la transición al net zero. La apuesta por las energías renovables y el cálculo y el registro de la huella de carbono refuerza la formación, la toma de conciencia y la sensibilización frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Incide en el eco-diseño y la eco-innovación y trabaja en la reducción de residuos en el proceso productivo trabajando medidas de economía circular.
En los pilares sociales y de buen gobierno, las empresas deben definir su código ético y diferentes políticas: de contratación y no discriminación, de derechos humanos, de diversidad, inclusión y equidad, anticorrupción, etc. Y compartirlos con sus grupos de interés. La implementación de la Herramienta de Análisis de la Brecha de Género (WEP) de Naciones Unidas, ayuda a avanzar en materia de Igualdad.
Además, resulta necesario elaborar un protocolo de prevención y actuación en caso de acoso sexual y acoso por razón de sexo y de un Protocolo para el desarrollo de medidas de protección a las víctimas de violencia de género en el ámbito laboral. Es importante que no olvidemos nuestra cadena de valor, es fundamental definir un plan de acción de Diligencia Debida en materia de derechos humanos y laborales, ampliando el alcance de actuación en nuestra gestión responsable de la cadena de suministro.
No hay excusas, ni dificultades, ni barreras. Por un impacto global en positivo. Lideremos el cambio, aumentemos nuestros compromisos y nuestra ambición para poder así cumplir con los objetivos marcados y, sobre todo, para contribuir a que el Planeta no desaparezca.
