Como todos los negocios fuertemente regulados, el sector de las energías renovables requiere de unos plazos concretos y más extensos para su completa implementación. En paralelo, el desarrollo tecnológico imparable aspira a seguir su carrera de una forma sostenible y verde. Analizamos la unión de ambos mundos, en este proceso que no tiene marcha atrás, junto a Gabriel Nebreda, CEO de Ingenostrum.
El sector de las renovables es fuertemente competitivo. ¿Cuál cree que es el factor diferencial para poder triunfar en este mercado?
El sector de las renovables es intensivo en capital y, además, de largo plazo. Los márgenes son ajustados, los riesgos son elevados y los beneficios se consiguen en plazos de 10, 15 o 20 años. Hay muchas palancas para ser competitivo, pero diría que la primera es la especialización técnica, que permite optimizar la solución técnicamente y, por otro lado, mitigar los riesgos.
La segunda es una visión corporativa estratégica y una solidez financiera a largo plazo que permita cubrir los ciclos más bajos que tiene cualquier negocio regulado. Y la tercera yo diría que es la agilidad operativa y ejecutiva, para anticiparte a los cambios en el mercado o las modificaciones regulatorias.
La demanda de una generación eléctrica ‘limpia’ y ‘verde’ no para de crecer. ¿Cree que el mercado está preparado para esta transición?
La demanda de electricidad limpia y verde crece. Cada vez somos más los que nos interesamos por la procedencia de nuestra energía. Por otro lado, también es interesante analizar la situación del lado de la generación de esta energía y su almacenamiento Si el esfuerzo que tenemos que hacer para descarbonizar nuestro mix energético, el primer escalón sería el de la descarbonización de la electricidad con energía solar. Debemos decir que la energía solar es la más limpia, la más barata y la más abundante que existe, especialmente en países como España, que ofrece muchas horas de sol.
El siguiente escalón responde a la pregunta de cómo podemos almacenar esta energía para su uso durante las horas en las que no hay sol o no hay viento. Esto se consigue a través de baterías de almacenamiento. Como tenemos que añadir un componente más, las baterías, el coste de consumir energía limpia en las horas sin sol es superior. De todas formas, el coste de las baterías está bajando de manera sorprendente y no tardará en llegar el momento en el que no habrá un panel solar sin una batería al lado.
Los siguientes escalones, algo más difíciles, son la descarbonización, tanto del transporte como del calor, sobre todo, el calor industrial. En Ingenostrum ofrecemos soluciones de descarbonización en todos los escalones de la energía, desde el electrón la fotovoltaica hasta la molécula de combustible con la producción de hidrógeno verde.
“No podemos multiplicar el consumo de electricidad sin multiplicar los esfuerzos en la transición energética”
La estrategia de la compañía contempla el desarrollo de centros de datos con un modelo sostenible. ¿Cómo pretenden competir con los ‘gigantes’ de este nicho?
La visión de Ingenostrum está centrada en centros de datos sostenibles, rodeados de proyectos renovables. Somos más ágiles que los grandes operadores de centros de datos, pero no tenemos la intención de competir con ellos, sino de unir fuerzas. Vamos a anunciar en el corto plazo una alianza con un gran operador mundial de centro de datos.
Apostamos por centros de datos fuera de los núcleos de alta concentración de población, precisamente para hacerlos sostenibles. Sabemos que es una visión poco común porque, hasta hace muy poco, los centros de datos del mundo se concentraban en los polos de alta densidad de población.
Nosotros ponemos el foco en la necesidad de ‘limpiar’ los datos, igual que estamos limpiando los electrones o las moléculas de combustible. Creemos que hay que hacerlo de una manera distinta, con centros de datos rodeados de proyectos fotovoltaicos y economía circular (agua, calor residual, etc.). En definitiva, apostamos por una nueva era de la conceptualización y el diseño de los centros de datos tradicionales.
¿Cómo puede la inteligencia artificial (IA) mejorar el proceso de transición energética?
Existen multitud de iniciativas de eficiencia operacional basadas en IA, relativamente pequeñas o medianas, para reducir costes o ser más eficientes, aumentar la productividad en las plantas de generación o en las grandes infraestructuras. Hay mucho potencial en la optimización de la red de alta, media y baja tensión, y, en este ámbito, me gustaría nombrar a una startup española que se llama Plexigrid, que está haciendo un trabajo excepcional.
Pero desde Ingenostrum nos gusta contemplar este binomio de manera inversa. Nosotros vemos cómo la descarbonización puede y tiene que ayudar a la IA y a su crecimiento. Las nuevas necesidades de computación que exigen esta tecnología obligan a construir centros de datos mucho más electrointensivos, por este motivo cada vez es mayor la necesidad de descarbonizar estas infraestructuras. La UE ya ha diseñado directivas de obligado cumplimiento en materia de sostenibilidad para estas construcciones. En Ingenostrum nos hemos adelantado a esa norma desde hace cuatro años.
La pieza clave para asegurar un crecimiento sostenible de la IA es la creación el desarrollo de centros de datos sostenibles, debemos introducir conceptos de transición energética dentro de la nueva era de la transición digital, sumar ambos procesos. No podemos multiplicar el consumo de electricidad sin pensar en multiplicar los esfuerzos en la transición energética.
“Debemos introducir conceptos de la transición energética en la nueva era digital”
¿Cómo pretende crecer Ingenostrum? ¿Prevén una mayor expansión internacional?
En Ingenostrum tenemos dos grandes negocios diferentes y estamos creciendo en ambos. El primero lo conforman servicios de codesarrollo e ingeniería relacionados con la energía y los centros de datos, en el que damos servicios a clientes, principalmente a grandes utilities (firmas de servicios energéticos), a fondos de inversión o a promotores. En esta rama hemos desarrollado más de cinco gigavatios de potencia de proyectos que, a día de hoy, ya están operativos.
El siguiente negocio lo forman nuestros proyectos propios y ahí tenemos tres áreas: proyectos fotovoltaicos, eólicos y almacenamiento, centros de datos -que es nuestra gran apuesta- y proyectos de hidrógenos verde o derivados y plantas desaladoras de agua. Aparte de los proyectos que tenemos en España, también tenemos presencia internacional, con más de tres gigavatios fotovoltaicos en Brasil. Nuestro propósito es crecer en Brasil y también en Asia.
¿Cuál es la propuesta de valor diferencial de la compañía?
A día de hoy, queremos posicionarnos como una compañía preparada para el desarrollo de centros de datos sostenibles, somos los abanderados del “green data”. Nuestras iniciativas siempre llevan sistemas de alimentación de energía provenientes de fuentes renovables. Ese es nuestro sello de identidad. Nos hemos adelantado al mercado
¿Y en el ámbito del hidrógeno verde?
Descarbonizar la molécula de combustible es una obligación que tenemos como sociedad, como civilización. No estamos hablando de un proceso sencillo, es una cuestión con grandes complejidades, la primera de ella la económica. Las expectativas en este sector son muy altas, pero actualmente estamos viviendo una ralentización en el uso de este combustible precisamente por esos altos costos que comentábamos. De cualquier modo, Ingenostrum sí cree firmemente en este segmento y trabaja actualmente en varios proyectos relacionados con los nuevos vectores energéticos.
“Tenemos planes de crecimiento en Brasil y en Asia”
¿Cómo influye en el día a día del trabajo en Ingenostrum contar con un socio como Andera Partners?
Creo que una de las fortalezas de esta compañía es precisamente la calidad y la complementariedad de sus accionistas y del resto de los miembros del consejo de administración. Tenemos personas que conocen bien el negocio y los sectores en los que operamos. Somos ágiles, tenemos una comunicación muy fluida y esto permite tener una estrategia alineada. Esta agilidad ejecutiva responde a la fortaleza de los accionistas, y, en particular, de Santiago Rodríguez, nuestro presidente, y Andera Partners.
¿Nos puede adelantar algún lanzamiento u operación corporativa que esté planificando la compañía?
Acabamos de presentar nuestro proyecto Galicia Green Data Center de la mano de Impulsa, sociedad público – privada dedicada a promover inversiones empresariales en esta comunidad. Se trata de un centro de datos bastante único e innovador que va a acercar la IA a la región del norte de España. Hablamos de una tipología de centro de computación con una tecnología que, a día de hoy estamos más habituados a ver en ciudades como Madrid o Londres.
¿Cuál es su objetivo al frente de Ingenostrum? ¿Cuál quiere que sea su huella?
Quiero ayudar a esta empresa a convertirse en un líder en sostenibilidad y descarbonización. Desde los centros de datos sostenibles, hasta la descarbonización de cualquier proceso productivo. Es un objetivo muy ambicioso, pero a medida que profundizamos en los proyectos y vamos armando más y mejor a los equipos, estoy convencido de que es un objetivo que vamos a lograr Ingenostrum ha pasado de ser una empresa de servicios a ser un operador de infraestructuras.
A nivel personal, simplemente quiero que me recuerden como la persona que acompañó a este equipo en este proceso de transformación y que fue uno más de los líderes de este proyecto.