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La dolencia más común del oficinista, el túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es una neuropatía periférica que se produce cuando el nervio mediano se comprime dentro del túnel carpiano en la muñeca. Los síntomas típicos incluyen calor, calambres, entumecimiento en la palma de la mano y los dedos, especialmente el pulgar, medio e índice, además de cosquilleo y falta de movilidad. Este problema se agrava con ciertas posturas y movimientos, la realización de fuerzas con los dedos, la frecuencia elevada de movimientos y la presión sobre la muñeca. Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social de 2018, el síndrome del túnel carpiano afecta al 3% de los trabajadores, siendo más prevalente en mujeres, particularmente entre los 40 y 60 años. La Mutua Universal indica que cada caso conlleva un promedio de 102 días de baja laboral, lo que implica no solo un sufrimiento personal sino también una considerable pérdida de productividad y costes sanitarios. Como decimos, esta dolencia está contemplada dentro de la normativa. El Real Decreto 129/2006 incluye una lista de enfermedades profesionales, entre las que se encuentra el síndrome del túnel carpiano. Sin embargo, hasta ahora, su reconocimiento como enfermedad profesional estaba limitado a ciertos sectores, dejando a otros en un limbo legal. Pacientes Además de los oficinistas, el síndrome afecta a limpiadoras, envasadoras, trabajadoras de la industria cárnica y del sector auxiliar del automóvil, entre otros. Es una lesión del nervio mediano y está relacionada con tareas que implican esfuerzos y movimientos repetitivos. Factores como el menor diámetro de la muñeca en mujeres y condiciones hormonales específicas, como el embarazo, incrementan el riesgo en la población femenina. También influyen condiciones de salud como la obesidad y la diabetes mellitus. Prevención del túnel carpiano La ergonomía en el espacio de trabajo es fundamental para prevenir trastornos musculoesqueléticos como el síndrome del túnel carpiano.…
“Hoy más de cinco millones de personas se encuentran en una situación de incertidumbre porque no son atendidos con la agilidad y prontitud que requiere su enfermedad”  Estamos de nuevo ante una iniciativa legislativa planteada por el Gobierno que afecta de forma directa a la equidad, universalidad y cohesión del propio Sistema Nacional de Salud a través de diversas medidas propuestas en cada uno de estos ámbitos.  Desde la Fundación IDIS nos ha llamado poderosamente la atención todo lo relacionado con la pretensión de impulsar la gestión directa de los centros asistenciales, cuando desde hace tiempo se viene demostrando que, por su histórico, experiencia acumulada y resultados es una modalidad ineficiente.  Desde el hecho fundacional hace más de doce años el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) ha llevado a gala el aportar conocimiento mediante la elaboración de informes rigurosos, objetivos y transparentes que sirvan como base para el debate sereno y la adopción de medidas justas que redunden en la mejora del sistema, siempre pensando en el paciente y sus circunstancias; lo que nos lleva a considerar un error la pretensión de obstaculizar o eliminar la colaboración privada-pública aplicándole criterios de excepcionalidad, especialmente en un momento como éste en el que las grandes deficiencias e insuficiencias del sistema público de salud hacen imprescindible sumar voluntades, multiplicar esfuerzos e impulsar sinergias y complementariedades, utilizando todos los recursos disponibles del sistema con independencia de su titularidad.  En estas circunstancias, planteamos a la sociedad y a sus líderes políticos un amplio estudio que referencia mediante un análisis exhaustivo y riguroso un escenario en el que la cooperación privada-pública pudiera ser eliminada; iniciativa que, de forma errónea, dogmática e interesada, pretenden reiteradamente algunos de los socios del Gobierno, sus organizaciones y entidades afines.  Nuestro sistema sanitario público bate récords…
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la secretaria nacional de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF, Encarna Abascal Pérez, ha denunciado que la vigilancia de la salud en el trabajo "sigue siendo una asignatura pendiente en España" La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que la Seguridad Social solo reconoce el 10% de los contagios por Covid-19 como accidente de trabajo y ninguno como enfermedad profesional El pasado mes de febrero, tal y como había solicitado CSIF desde el inicio de la pandemia, el Gobierno reconoció el contagio de Covid-19 como enfermedad profesional para el personal sanitario y socio sanitario con efectos retroactivos desde que comenzó la pandemia. En su momento, CSIF avisó de "las deficiencias de este decreto si no se facilitaba la gestión de oficio". La organización sindical ha alertado de que, hasta la fecha, la Seguridad Social no ha reconocido ningún caso de enfermedad profesional por Covid-19. "Esto es así porque pese al anuncio del Gobierno, la Covid-19 hoy por hoy no es una enfermedad profesional y solo se considera a efectos de la prestación. Esto significa que cuando finalice la pandemia, sus secuelas no podrán justificarse como un daño derivado de su puesto de trabajo", lamentan desde el sindicato. Al respecto, Abascal Pérez ha avanzado que el sindicato va a iniciar una campaña para promover el reconocimiento del contagio por Covid-19. En concreto, asesorará a todas aquellas personas que estén sufriendo las trabas de mutuas, servicios de prevención y de la propia Administración. En último término, promoverá las acciones jurídicas necesarias para que se les reconozca el perjuicio sufrido. "queremos denunciar una situación alarmante, la desprotección a los profesionales. No se les está reconociendo el contagio por Covid-19 como enfermedad profesional", ha explicado Darío Carrasquilla, técnico…