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Nueva York

Wallbox debuta en la Bolsa de Nueva York

Wallbox empieza a cotizar en la Bolsa de Nueva York tras completar la combinación de negocios con Kensington Capital Acquisition Corp. II, una empresa de adquisición de propósito especial (SPAC) Las acciones de Wallbox empezarán a cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE) con el símbolo "WBX" y los warrants bajo el símbolo "WBX.WS", según un comunicado de la empresa este lunes, según redacta Europa Press. La transacción supondrá unos ingresos netos de aproximadamente 252 millones de dólares (217 millones de euros) para Wallbox, frente a los 330 millones de dólares a los que aspiraba como máximo en la operación, y se espera que los fondos de la transacción respalden las iniciativas estratégicas de crecimiento de la empresa. Según ha explicado el ceo de la empresa, Enric Asunción, en una rueda de prensa telemática desde la Bolsa de Nueva York que se ha retransmitido en Barcelona, estos 252 millones servirán para cubrir las inversiones necesarias para "seguir con el plan de negocio de Wallbox". También han participado en la rueda de prensa el cpo de la empresa, Eduard Castañeda, y el director financiero, Jordi Laínz. En todo caso, el plan de negocio de la empresa se basa en el rápido crecimiento previsto para el mercado del coche eléctrico, en el que, según Asunción, "aún se tienen que instalar el 97% de los puntos de recarga" que se necesitarán a escala global. "Estamos en un punto de crecimiento exponencial del coche eléctrico y lo que más va a crecer es el punto de carga", ha apuntado el directivo. 83% para los actuales inversores Tras la operación, los actuales inversores, como Iberdrola, han mantenido el 83% del capital social de Wallbox, mientras que el 17% restante se reparte entre los participantes en el 'pipe', la SPAC en si y los 'sponsors'…
¿Hay una Justicia de dos velocidades en España? Claramente. Hay sitios muy rápidos y otros muy lentos. Lo lento a veces sale caro; lo rápido, a veces, también sale caro. La Justicia es un organismo público que tiene unas carencias, depende siempre mucho del aspecto personal, de la persona que tiene que mirar el procedimiento, del agente judicial que tiene que llevar el trámite. Es una Justicia decimonónica, una administración muy lenta, y costosa. Si fuera ministro de Justicia, ¿qué pasos daría para hacerla más eficaz? Erradicaría su funcionamiento decimonónico. Los jueces lo son por oposiciones, como un inspector de Hacienda. Habría que distribuir la carga de trabajo. Hay juzgados en Madrid que llevan 4.000 casos al año y otros que están en la misma posición, en Gijón, llevan 500. Los jueces tienen que tener experiencia. Yo no puedo ir a un juzgado y encontrarme a un juez en prácticas. La justicia está mal porque la hemos hecho mal. Eso, a veces, también interesa. ¿Por qué? Porque en un procedimiento judicial hay dos partes. Y, a veces, se litiga sabiendo que no se va a tener la razón. Entonces interesa que la cosa vaya despacio. Sería positivo que hubiera una Justicia más profesional en la que los jueces no tenga solamente una formación de oposición sino que hayan estado diez años trabajando en un despacho como sucede en Estados Unidos. Eso les daría mucha visión de cara a un futuro. Hablando de Estados Unidos, ¿qué importaría del sistema anglosajón? Darle más relevancia al arbitraje. Es una justicia privada que se basa en mecanismos controlables y que nos daría más flexibilidad y agilidad. Yo especializaría los juzgados por materias. No puede ser que en la misma sala haya una vista sobre un producto financiero complejo y, una hora antes, la disolución…