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Tacita de Plata

Procesión con torrijas para aquel que visite Madrid en Semana Santa

Con más de 100 años de historia, la emblemática chocolatería churrería de la calle mayor ha querido endulzar la Semana Santa de los madrileños. En su afán innovador y atendiendo a la demanda de sus clientes, Tacita de Plata, vuelve a sorprender elaborando unas sublimes torrijas que será el postre estrella de esta Semana Santa. Una receta histórica con un punto diferente gracias al toque de la canela Ceylán y el almíbar. Los actuales propietarios apuestan por la receta de su abuela y la reinventan para conseguir ser un referente de sabor en la zona centro de Madrid. Al itinerario de las procesiones se le suman las inconfundibles torrijas. Un postre típico al que Tacita de Plata ha querido hacer un hueco especial en estas fechas. El plan ideal pensado para todos los públicos, y para degustar a cualquier hora del día. Los clientes podrán disfrutar de su ya famoso chocolate, de elaboración propia, aderezado con tiernas y esponjosas torrijas y combinadas con sus crujientes churros ‘al más puro estilo madrileño’. El éxito de esta receta, además de sus ingredientes, radica en su dedicación y cuidada elaboración. Sin perder su sabor tradicional, rememora la receta original y de antaño, estas torrijas de Tacita de Plata tienen un punto diferente gracias al toque de la canela Ceylán y su baño en almíbar. Inconfundibles al paladar, serán imprescindibles de probar para todo aquel que visite Madrid en estos días. Una vez más, este negocio familiar mezcla tradición e innovación a partes iguales. Bucea en sus más de 100 años de bagaje rescatando recetas históricas con el fin de no olvidar las raíces, pero a la vez, dando un toque personal e innovador que convierta a esta chocolatería churrería en un referente dentro de su sector.
Comenzar el día con un capricho gourmet es más sano de lo que parece. Para sorpresa de muchos, los churros se pueden incluir dentro de una dieta completa, consumiéndose siempre de manera moderada. Este dulce, que vuelve a ser cada vez más popular, es un alimento sencillo, compuesto de harina, agua y sal, de manera que no contiene aditivos, colorantes o conservantes. Tampoco tienen colesterol ni grasas trans. La Fundación Española de la Nutrición, en su informe sobre los churros, asegura que "los hidratos de carbono presentes en los churros son mayoritariamente complejos y los lípidos en su mayor parte, si se fríen en aceite de oliva o girasol, son ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Por ello,  un consumo adecuado puede ser un buen complemento dentro de una dieta variada". Además, según el portal alimentos.org, los churros no contienen purinas, así que son recomendables para aquellas personas que tengan un nivel alto de ácido úrico. Además, cabe destacar también su contenido de fibra, sodio y proteínas. La churrería madrileña Tacita de Plata, con más de 100 años de experiencia, asegura que "el secreto está en elaborar bien la masa y en freírla correctamente". En Tacita de Plata se emplean materias primas de la mejor calidad, se usa aceite nuevo cada día, para evitar que las grasas se transformen en saturadas, y se fríe a altas temperaturas, por lo que se forma una costra superficial sobre el churro que impide que la masa absorba el aceite. Como dijo el nutricionista Gregorio Varela Mosquera el churro es "un alimento casi perfecto". Un producto tradicional, de elaboración artesanal, sabroso y apto para compartir en familia, lo que también aporta beneficios.