Un tribunal federal de Estados Unidos ha decidido suspender la mayor parte de los aranceles globales impuestos por el presidente Donald Trump, tras considerar que su implementación excedió la autoridad legal. Este fallo, declarado «ilegal», afecta especialmente a los gravámenes impuestos a China, México y Canadá, que buscaban combatir la entrada de fentanilo y la llegada de migrantes al país.
El Tribunal de Comercio Internacional ha ordenado la suspensión de los aranceles del 30 por ciento sobre las importaciones de China, así como el 25 por ciento sobre ciertos bienes de México y Canadá y los aranceles globales del 10 por ciento. En su dictamen, se señala que «todo el sistema de aranceles del Día de la Liberación y otros aranceles de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA) es ilegal y está prohibido por una orden judicial permanente».
La corte argumenta que «la IEEPA no confiere tal autoridad ilimitada y deja sin efecto las tarifas impugnadas impuestas en virtud de ella»
Sin embargo, esta paralización de aranceles no afectará a las tasas del 25 por ciento aplicadas a automóviles, acero y aluminio, ya que están sujetas a la Ley de Expansión Comercial. Este fallo responde a una demanda presentada por el Liberty Justice Center, que representa a cinco empresas que argumentan haber sido gravemente perjudicadas por estas tarifas.
La respuesta de la Casa Blanca no se ha hecho esperar. Un portavoz, Kush Desai, ha comunicado que el gobierno apelará esta decisión, argumentando que los déficits comerciales que enfrenta Estados Unidos han «creado una emergencia nacional que ha diezmado las comunidades estadounidenses». Según Desai, «no les corresponde a jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional». Además, reafirmó el compromiso de la Administración de utilizar todos los recursos del poder ejecutivo para restaurar la grandeza estadounidense.
