LG Electronics anuncia este lunes el cese de su departamento de telefonía móvil. Tras años de pérdidas, la empresa pretende abandonar el sector, no producirá nuevos terminales, aunque sí gestionará el soporte técnico de los actuales usuarios. El objetivo es, en realidad, dedicar más recursos a otras áreas incipientes: componentes de vehículos, dispositivos conectados, robótica e inteligencia artificial.
De este modo, LG no lanzará nuevos modelos de 'smartphones' al mercado, aunque sus telefónos ya producidos seguirán estando disponibles para su compra y con todas las funcionalidades actuales de aplicaciones de terceros intactas.
Asimismo, LG seguirá dando soporte a los usuarios de productos móviles, prestando la atención al cliente postventa habitual y respetando la política actual de actualizaciones de software y sistema operativo. Se mantendrá además la garantía estipulada para los usuarios y se seguirán proporcionando accesorios y piezas de servicio para los modelos existentes.
La compañía ha comunicado que la fecha efectiva del cierre de su negocio de telefonía móvil está prevista para el 31 de julio de este año.
Pese a esta decisión, LG seguirá desarrollando tecnologías relacionadas con el sector móvil, como el 6G, para fortalecer su competitividad en otras áreas de negocio.
"Todas las tecnologías principales desarrolladas durante las dos décadas de operaciones de LG en el sector móvil se mantendrán y aplicarán a productos actuales y futuros", ha subrayado la empresa en un comunicado.