A más alternativas, más se divide el uso del dinero. A través de tarjeta, efectivo, el reloj inteligente o el smartphone: más opciones para hacer lo mismo, aunque todas ellas significan que el efectivo, mayoritario no hace tanto, ahora pasa a un segundo plano, como una opción más.
Una reciente encuesta realizada por PaynoPain, empresa especializada en soluciones de pago online, revela que apenas el 10% de los españoles recurre al dinero en efectivo en sus compras cotidianas, mientras que un 52% opta por la tarjeta de crédito o débito.
A pesar de la creciente popularidad de otras formas de pago como los wallets (que ya atraen al 37,1% de los usuarios), las transferencias bancarias y Bizum aún tienen una adopción limitada, con solo un 0,5% de usuarios que las prefieren.
Sin embargo, aunque el efectivo está perdiendo terreno (casi el 40% de las personas no lleva dinero en metálico), 6 de cada 10 españoles creen que no desaparecerá en los próximos 5-10 años, y un 73% opina que su eliminación sería perjudicial. Cuando se les pregunta sobre el uso que hacen del dinero en metálico, el 67% lo emplea en el pequeño comercio, seguido de las propinas (24%) y los regalos (7%).
CaixaBank y Correos acercan el dinero en efectivo a núcleos rurales
Por otro lado, el uso de diferentes métodos de pago varía según la edad:
De 18 a 25 años: el 50% prefiere la tarjeta, mientras que el 38% se inclina por los wallets digitales (Apple Pay/Google Pay) y solo el 11% utiliza efectivo. Los más jóvenes parecen haber dejado atrás los métodos tradicionales de pago: el 27% no lleva ni una moneda encima, y un tercio cree que el efectivo desaparecerá en los próximos 5-10 años.
De 26 a 40 años: en este grupo, la tarjeta es preferida por el 42,5%, aunque los wallets como Apple Pay o Google Pay dominan con un 55%. El efectivo y Bizum quedan rezagados, con solo un 1,25% de uso. Además, el 63,75% afirma no llevar efectivo habitualmente y un 37,5% pronostica su desaparición, aunque para el 65%, esto no sería una buena noticia.
De 40 a 60 años: la tarjeta sigue siendo la opción más utilizada (59,09%), superando a los wallets electrónicos (23,86%) y al efectivo (15,91%). Aunque el 73,86% todavía lleva algo de dinero en efectivo, este segmento es el que prevé más claramente el fin del efectivo, con un 42,05% que lo considera posible en los próximos años. Pese a ello, una cuarta parte cree que sería un cambio negativo.
Mayores de 61 años: la tarjeta también lidera en este grupo, con un 62,5% de preferencia. Sin embargo, aquí la disputa entre los wallets y el efectivo se equilibra, ya que ambos son utilizados por un 18,75%. Los mayores aún confían más en el dinero en metálico, pues solo el 6,25% no lleva dinero consigo. En este caso, el 80% cree que la desaparición del efectivo sería una mala noticia.
La adopción de nuevas tecnologías en los métodos de pago sigue en aumento, con un 69,5% de los encuestados dispuestos a probarlas. No obstante, el 30,2% sigue fiel a los métodos tradicionales. En áreas rurales, 7 de cada 10 utilizan wallets digitales, mientras que en zonas urbanas, la tarjeta es preferida por un 51%, frente a los wallets (36%) y el efectivo (12,6%).
“Estamos avanzando hacia un entorno de pagos cada vez más digitalizado. No obstante, el efectivo, aunque en declive, sigue teniendo un papel importante para una parte considerable de la población española”, asegura Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain.
