Se recomienda que las empresas tomen medidas en medio de un contexto en el que la inestabilidad y las protestas son cada vez más frecuentes
El mundo observa cómo la inestabilidad se adueña de las ciudades. Más protestas, más movilización social y disturbios pueblan las urbes y, como cualquier otro evento, eso acabe teniendo influencia sobre la actividad empresarial. Un estudio de International SOS, una empresa de asistencia médica y seguridad, constata ese recrudecimiento del malestar social y el consiguiente aumento de la preocupación por la seguridad.
En promedio, el número de protestas en todo el mundo ha aumentado un 11,5% al año desde 2009. Hay que decir que estos datos, son globales, pero la mayor concentración de actividad se registra en Oriente Medio y el Norte de África, y la tasa de crecimiento más rápida en el África subsahariana. Además, se ha podido comprobar que el 23% de las protestas significativas han durado más de tres meses.
También en Occidente se están produciendo protestas, como las que han tenido lugar estas últimas semanas en las capitales europeas y en Estados Unidos a causa del conflicto bélico en Israel. A medida que las manifestaciones públicas y las protestas masivas se generalizan y se hacen más frecuentes, las organizaciones deben reforzar su capacidad de seguimiento y hacerse más proactivas para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Miedo a los disturbios en Nueva York
Eso es lo que ocurrió a principios de octubre en Nueva York, cuando se convocó una macromanifestación en apoyo de Palestina en los alrededores de Times Square. Tal y como publicó Expansión, tanto la Policía de Nueva York como las empresas se pusieron en alerta, por la gran movilización que se esperaba.
La previsión consistió en que las empresas pidieron a sus trabajadores que no acudieran a las oficinas. En el caso de Banco Santander, cuyas oficinas están a 300 metros de distancia de las movilizaciones, se estimó oportuno avisar a los trabajadores. En primer lugar, se habló de un riesgo moderado, además de posibles "problemas" en los accesos, tales como cortes de tráfico o calles bloqueadas.
Pero la decisión final fue más allá de esa alerta. De hecho, se optó por cerrar las oficinas para garantizar la seguridad y el bienestar de la plantilla, según informa el citado medio.
Qué hacer
Ante ese panorama, resulta necesario tomar medidas de seguridad para que las organizaciones protejan a sus trabajadores en lugares concurridos:
- Asegurarse de que los empleados estén informados. Proporcione a los empleados información actualizada sobre posibles riesgos y evalúe periódicamente la situación de seguridad siguiendo las noticias locales, los avisos gubernamentales y la información sobre amenazas en tiempo real.
- Elaborar un plan de respuesta ante emergencias. Desarrolle y comunique a todos los empleados un plan integral de respuesta ante emergencias. Asegúrese de que su plantilla conoce bien los procedimientos de evacuación y tiene acceso a la información de contacto esencial en caso de emergencia.
- Fomentar la vigilancia. Recuerde a los empleados que estén alerta ante comportamientos u objetos sospechosos y que informen rápidamente de cualquier incidente u observación inusual a las autoridades pertinentes.
- Asegurarse de que los empleados cumplen las medidas de seguridad. Prevea un aumento en la presencia de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en los centros urbanos, especialmente en torno a las zonas gubernamentales clave, los destinos turísticos y los centros de transporte público. Informe a los empleados para que sigan todas las directivas oficiales.
- Establecer un sólido sistema de comunicación de crisis. Proporcione a los empleados acceso para mantenerse informados y conectados en momentos de agitación. Utilice varios canales de comunicación, como aplicaciones móviles y alertas por SMS, para garantizar una comunicación rápida y fiable.
