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Lifestyle

Javier Quintana (Ecofluvia): “Nadie gana siempre, incluso los emprendedores más exitosos han pasado momentos durísimos”

Por Mónica Maldonado

Javier Quintana:“Evolucioné hacia la sostenibilidad porque creía en ello, siempre pensé que tendría recorrido” 

Javier Quintana estudió Económicas y Empresariales. Después de un arranque breve en multinacionales como MCain Foods o Indesit, decidió que su forma de entender la empresa es desde la creación de ideas, la elaboración de un proyecto y el desarrollo desde cero. Empezó a crear compañías propias desde el año 1998 hasta la actualidad, con diferentes etapas, éxitos y lecciones.  

Su último proyecto es Ecofluvia, una empresa que ofrece soluciones de maquinaria y servicios sostenibles, innovadores y rentables, principalmente para hoteles, restaurantes, oficinas y empresas. 

¿Cómo fue el salto al mundo al emprendimiento? 

El salto al mundo del emprendimiento fue por convicción. Cada uno tiene que dirigir su carrera profesional hacia lo que cree. Y yo me di cuenta de que el concepto multinacional, con todo lo que conlleva y que es muy bueno en muchos casos, no era para mí. Decidí emprender carrera en solitario, crear un negocio que es lo que me gustaba, partir de cero, evolucionarlo y ver si realmente funcionaba. 

Monté varios negocios distintos, pero todos con la misma filosofía, es decir, buscar una idea en la que creo, en la que soy y esto traspasarlo al mercado. Unas veces fueron mejor, y otras, peor. La persecución de esas ideas es lo que me motiva y me mueve. 

Yo empecé con 26 años, con muy poca experiencia para montar negocios, para emprender. Y en ese camino, evolucioné hacia la sostenibilidad porque creía en ello. En los diferentes negocios que he tenido, siempre pensaba que eso tenía una salida, un recorrido. 

¿Cómo y cuándo surge la idea de Ecofluvia?  

Ecofluvia nace en 2008, como consecuencia de la crisis financiera. En ese momento tenía una pequeña empresa relativamente sana, con cerca de 50 personas. Sufrió por causas financieras, se cortaron los grifos en los bancos y no pude continuar con el proyecto. 

En ese momento, decidí transformar un negocio intensivo en gente en un negocio intensivo en maquinaria y procesos productivos. Y eliminar el componente de riesgo del personal, que lamentablemente en este país es muy complicado y yo lo sufrí.  

Ahí me transformé hacia lo que es Ecofluvia. Encontré máquinas sostenibles que se podían adaptar a un mercado que era absolutamente desconocido. En el mercado de la hostelería, muy antiguo y muy tradicional, vi que se podía trabajar mucho la sostenibilidad. Me puse a trabajar en ello, lo estudié y encontré por casualidades una máquina en Sudáfrica, el tanque desengrasante. Compré la representación de este sistema y arrancamos con esto. 

“El autónomo está terriblemente abandonado y se tiene que buscar la vida” 

El modelo se basa en volver a invertir y a reinvertarse y arrancar un proyecto en el que crees y que nace de ti mismo. Y así surge Ecofluvia, un negocio dirigido hacia la sostenibilidad en un momento muy difícil. Comenzó dirigido a hostelería, un sector con excesos de usos de químicos, con excesos de consumos de agua, con excesos de energía, etc. Después se derivó hacía otros canales, como el corporativo. 

Hoy en día, Ecofluvia cuenta con más de 20 personas en sus oficinas de Madrid y un equipo técnico por toda España que dan calidad a todos sus clientes. Todas las representaciones que tenemos son para España y Portugal. Traemos máquinas de fuera, buscamos soluciones en el mundo y las adaptamos al mercado español y portugués. 

¿Qué servicios ofrece Ecofluvia? ¿Cuáles son los valores diferenciales frente a la competencia? 

La idea que arrancó fue el desarrollo de innovaciones sostenibles, de calidad y que consiguieran ahorrar dinero. Estas serían las cuatro patas de la empresa. En base a eso, hicimos las cinco líneas de negocio diferentes que tenemos: agua filtrada, tanque desengrasante, filtradora de aire, agua ozonizada y limpieza de conductos. 

Todas ellas, en crecimiento, con más de 2.000 clientes en España y Portugal y dedicadas con la misma filosofía: innovación, sostenibilidad, calidad y ahorros. Estos pilares, ya de por sí, nos hacen ser diferenciales del mercado. Como he dicho antes, es un mercado muy tradicional que va evolucionando y nosotros somos pioneros e innovadores en ese concepto, que es la dificultad de implantarlo cuando algo está muy establecido, pero tienes la ventaja de ser innovador, funciona y no hay tanta competencia. 

Tener productos de mucha calidad también es diferencial, siempre buscamos la excelencia del producto y la excelencia en el servicio. En la mayoría de los casos, vamos con el cliente de la mano, alquilando los equipos a largo plazo, y dando el valor añadido del mantenimiento de esos equipos, del que nos encargamos nosotros.  

¿Cómo es el control de los procesos en los establecimientos de la hostelería?  

Va evolucionando, de forma lenta, pero evoluciona. Cuando arrancamos no había nada, ahora sí. Hay restricciones de agua y consumos de agua limitados, restricciones de residuos, grasas, químicos, etc, que antes se desechaban sin ningún control. También se está identificando la huella de carbono, cada vez se controla más y hay más normativas también para la gestión y uso de los plásticos. 

Cada vez se exige más que los establecimientos se adapten a nuestros procesos. 

¿Qué pediría a la Administración para apoyar el emprendimiento? 

Me he acostumbrado a no pedir nada. Al final el emprendedor es autónomo, el autónomo está terriblemente abandonado y te tienes que buscar la vida. Hay dos versiones: una es, lógicamente, la queja de que nadie te ayuda, no hay financiación y caes en la crítica permanente. Y otra es, “esto es lo que hay” y me pongo a hacer lo que yo quiero hacer. No me gusta caer en la queja. 

“Uno de los retos es crecer sin morir, muchas empresas mueren de éxito por su propio crecimiento” 

Creo que hay oportunidades, creo que hay mercado, creo que estamos en un país maravilloso dónde se pueden hacer mil cosas y hay que buscar el camino. Yo elegí ser emprendedor y ser autónomo. Que va mal, lo dejo. Que va bien, continuo. Me quedo siempre con la parte positiva de emprender. Vamos avanzando y vamos a mejor. 

Retos y objetivos para el 2024… 

Modernizar y profesionalizar la empresa. Hemos crecido, hemos llegado a un nivel interesante en el que hay que dar nuevos pasos. Innovar y digitalizar es bastante complicado, porque el arranque es difícil en cuanto a idea y desarrollo, pero luego llegas a un punto en el que tienes que profesionalizar mucho todos los conceptos y métodos de trabajo para poder crecer a un nivel mayor.  

Uno de los retos es crecer sin morir, muchas empresas mueren de éxito, mueren del propio crecimiento, esto es real. Por eso, queremos hacer un crecimiento sostenible y controlado. 

¿Qué consejos daría a aquellas personas que quieran emprender un negocio? 

El consejo que diría es que no busquen solo la parte económica, el éxito no es solo ganar dinero. Yo me desligo de esto, el dinero es importante y, por supuesto, las empresas tienen que ir hacia positivo. Pero es el éxito personal, es el éxito de ‘yo quiero crear algo’ y quiero perseguirlo, y mi día a día es mi éxito. Levantarme el lunes encantado con la idea que tengo e intentar sacarla adelante, que se mantenga en el tiempo y sea rentable y se pueda mantener. 

La pasión, la constancia y el aprendizaje constante son las claves de mantener y hacer crecer los proyectos personales y profesionales. Para mí, emprender es mezclar tu filosofía de vida con tu labor profesional a través de proyectos ilusionantes y que tengan desarrollo profesional de crecimiento. 

La motivación de crear, planificar y desarrollar es lo que me atrae. Poder hacerlo realidad y hacerlo crecer en el tiempo es la motivación. La carrera no es fácil y, lamentablemente, en España no se ayuda ni se apuesta por ello. Estamos en un país donde el emprendedor, más allá de los exitosos (que son muy pocos), luchan cada día por generar empleo y por hacer crecer sus proyectos con demasiadas dificultades y pocas ayudas. 

En cuanto a cualidades, que le guste el riesgo, que le guste la creatividad, formar equipos y tener responsabilidad.  

¿Qué ha aprendido de los fracasos? 

He aprendido a ser constante, a asimilarlos. Los fracasos vienen, a mí no me asustan. Cada cierto tiempo, aparecen, pero en la vida también, tanto en lo personal como en la parte profesional. 

Cuantos más fracasos tienes, más duro te haces y más aprendes de lo que has hecho mal, porque hay una parte del fracaso que es tuya. Todo ello te hace ser más consecuente y más cauto. Aprendes de ello y mejoras, por lo que los fracasos son necesarios. 

Es como perder un partido de tenis, pierdes y sabes por qué has perdido. Eso te hace que el siguiente lo juegues mejor. Nadie gana siempre, incluso los emprendedores más exitosos han pasado momentos durísimos, lo que pasa es que solo se ve lo bonito. 

Además, los fracasos también te traen nuevas oportunidades, te estrujas para buscar alternativas para salir adelante. Te mantienen alerta. 

¿Cómo afronta estos fracasos o cuando vienen malos tiempos? 

Cuando llegan malos tiempos te conviertes en analista. Hay un momento de tensión en el que tienes que analizar todo. Es como en la vida personal, viene algo malo y te planteas qué puedes hacer, qué no puedes hacer y hacia dónde vas. Además, el emprendedor no tiene mucho tiempo de decisión, hay que adaptarse rápidamente. Es como montar en bici, si dejas de pedalear, te caes. 

Su visión de futuro en una frase… 

Es feo decirlo, pero yo ya tengo una edad y lo que quiero es asentarme, asentar la empresa, que sea estable a lo largo del tiempo. Me preocupo muchísimo por la gente que está detrás, y eso crea una carga enorme. Por tanto, el futuro y el cuerpo me piden estabilidad. 

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