CaixaBank-Bankia, BBVA-Sabadell y Santander sumarían una cuota de mercado en España de más del 70%, en concreto 20 puntos porcentuales más, hasta el 70,6%, en el caso de que se materializasen las fusiones CaixaBank-Bankia y BBVA-Sabadell, según los datos recopilados por Analistas Financieros Internacionales (Afi) y recogidos por Europa Press correspondientes a septiembre de 2020.
El informe pone en valor que la fusión BBVA-Sabadell se colocaría como segunda entidad por volumen de negocio en España, con 595.867 millones de euros y una cuota del 24,4%, solo por detrás de la nueva CaixaBank, surgida tras la absorción de Bankia, que tendría activos en España de 675.501 millones y una cuota del 27,7%.
Santander España pasaría de la primera posición a la tercera del ranking, con 449.320 millones de euros y una cuota del 18,4%, de manera que entre las tres principales entidades tendrían el 70,6% del total del negocio bancario en España, frente al 51,2% del escenario pre-fusiones.
Tras las dos integraciones mencionadas, el 'top 5' de entidades españolas con mayor volumen de negocio lo completarían la entidad resultante de la fusión Unicaja-Liberbank, que tendría 126.192 millones de activos (cuota del 5,2%), y Bankinter, con 125.662 millones de euros (cuota del 5,2%).
De esta manera, las cinco mayores entidades españolas tras las tres fusiones anunciadas acumularían el 80,9% del volumen de negocio bancario en España.
Aunque la concentración a nivel nacional es "elevada", desde Afi apuntan que en los diferentes submercados (autonómicos, provinciales, o municipales) la concentración es mucho menor, gracias a la importante presencia de entidades con especialización territorial, especialmente en los territorios de menor densidad poblacional, mientras que en los de mayor densidad son los nuevos actores (neobancos, fintech y competidores no bancarios) los que ejercen una presión competitiva muy importante.
El análisis de Afi apunta que, dado que BBVA ha conseguido holgura de capital por la venta de su filial en EE.UU. y que se incrementa el sesgo del banco en economías emergentes, "tiene sentido estratégico y empresarial aumentar posiciones en aquellos mercados desarrollados donde su modelo negocio basado en la banca relacional y de proximidad pueda generar más valor, como es el caso del español".