Pablo Reaño estudió Administración y Dirección de Empresas (ADE) en Cunef y un Executive MBA en el Instituto de Empresa (IE), donde fue el primero de su promoción. También cursó estudios de postgrado en la Harvard Business School. Con más de 20 años de experiencia profesional, y tras su paso por las consultoras FTI y PricewaterhouseCoopers (PwC) y por el Banco Santander, fundó hace 11 años Weplan Analytics, empresa especializada en la medición de calidad de las redes de telecomunicaciones a través de una metodología crowdsourcing.
Tras su paso por diversas compañías, da el salto al emprendimiento hace 11 años. ¿Cuáles fueron los motivos?
Yo tenía un buen trabajo en banca de inversión. Durante un breve tiempo también pasé por consultoría, en el área de reestructuraciones, en la época de la Gran Recesión. Anteriormente había trabajado en capital riesgo, había tomado algo de contacto con este mundo y me había quedado un poco ese ‘gusanillo’.
Pero, sobre todo, lo que veía era que yo era una pieza más de un sistema que no agregaba valor alguno a la sociedad, y ese fue el principal motivo que me llevó a emprender. WePlan nace con vocación de ayudar a la sociedad, de ayudar al consumidor a ahorrar en la factura del teléfono.
¿Cómo surge la idea de WePlan Analytics?
WePlan nace como un negocio business to consumer (B2C), con una aplicación que ayudaba a la gente a ahorrar en la factura de teléfono de distintas formas, pero, sobre todo, eligiendo la tarifa que mejor le encajara. Estamos hablando de una época en la que los datos y los minutos de conversación no eran ilimitados y los packs de wifi más TV, no habían aparecido, por lo que nos dejábamos un dineral en la factura del teléfono móvil solamente. Vimos que había posibilidad de hacer un negocio dirigiendo leads a operadores y tuvo muchísimo éxito de medios y de usuarios en España y Latinoamérica (Latam).
Lo que nos pasó es que los grandes operadores, que son los que más capacidad tenían o los que más intención de compra tenían, no estaban interesados en dar alas a algo así, que al final arbitraba y daba un poder al usuario que hasta entonces no tenía. Fracasó ese modelo de negocio B2C, porque, aunque teníamos éxito de usuarios, no tuvimos éxito a la hora de monetizar.
“Estamos en manos de burócratas que quieren un estado hiperdimensionado y un ejército de funcionarios tremendo”
Nos dimos cuenta de que teníamos que pivotar y lo hicimos hacia el negocio B2B. Teníamos masas de usuarios relevantes en España y varios países de Latinoamérica y a quién primero vendimos una colaboración enfocada a BI fue al Grupo Telefónica. Poco después, empezamos a colaborar con Vodafone.
Fue Orange quien se nos aproximó para sugerirnos si podíamos hacer medición de calidad de red. Teníamos y tenemos un equipo tecnológicamente muy potente, lo valoramos y fue todo un éxito. Por tanto, muy agradecidos a Orange por abrirnos la puerta a un nuevo mundo que era más fácil de poner en valor.
Desde entonces, nos dedicamos prácticamente solo a la medición de la calidad de la red, siendo nuestros clientes operadores de telefonía, firmas de infraestructuras de telecomunicaciones (tipo Cellnex, American Tower, etc.) e incluso reguladores. Vendemos desde EEUU, Perú, Chile, Colombia hasta Malasia, Indonesia, Filipinas, etc. pasando por Europa y algunos países de África.
¿Qué servicios ofrece WePlan Analytics y cuál es el valor diferencial con respecto a la competencia?
WePlan presta un software as a service (SaaS) para que los operadores, firmas de infraestructuras de telecomunicaciones e incluso reguladores sean capaces de ver cuál es el desempeño de las diferentes redes, tanto móviles como fijas con un nivel de geolocalización muy preciso.
Para llevarlo a cabo, utilizamos una metodología llamada crowdsource, que ha promovido una revolución, en buena medida, en las formas tradicionales de medir, como son las sondas, los contadores, los drive test, etc.
La forma que tenemos para obtener datos es a través del pago de aplicaciones de terceros, 200 apps a nivel mundial a día de hoy o más, para que instalen un software que recoge mediciones que son 100% anónimas, es importante hacer hincapié en esto.
“Nuestro valor diferencial es que técnicamente tenemos una ventaja relevante en la forma de recoger los datos”
En cuanto a competencia, competimos principalmente con compañías americanas. Menos del 20% de nuestras ventas viene de España, más del 80% viene de fuera. Nuestro valor diferencial principal es que técnicamente tenemos algunas ventajas muy relevantes en la forma de recoger datos. La calidad y la cantidad de esos datos es fundamental y nos distinguimos en ambas cosas. Aparte, la herramienta GIS, el dashboard que hemos desarrollado es muy usable, muy intuitivo y agrega mucho valor a los analistas o a los ingenieros.
¿Qué retos y objetivos se fijan para 2024?
Aumentar nuestra facturación en un 50%, consolidar el equipo, seguir generando valor para nuestros clientes y seguir siendo pioneros a nivel tecnológico.
¿Qué le pediría a la Administración para apoyar el emprendimiento?
Yo pediría que no den ninguna ayuda, pero que den más facilidades con una legislación y regulación simple y sencilla, que favorezca a todos por igual. Aquí todo es muy complejo y muy lento. En Inglaterra y en muchísimos otros países europeos hay muchísimas más facilidades.
Y, más importante que todo lo anterior, es que faciliten la contratación de personal, lo que no tiene sentido es que se pague un 32 o 33% adicional cuando vas a contratar a alguien. Estamos en manos de burócratas que ldrio que quieren es mantener un estado hiperdimensionado, con un ejército de funcionarios tremendo. La Administración debe velar más por el pequeño emprendedor antes que por los inversores.
¿Reciben algún tipo de ayuda pública?
Sí, actualmente recibimos ayudas de los Fondos Europeos porque hacemos trabajos de I+D muy profundos. Colaboramos a día de hoy con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica, con dos doctores de ‘teleco’ que utilizan nuestros datos de calidad muy alta y hacemos proyectos de investigación conjuntos.
“El contexto político actual es aterrador, más aún para los empresarios”
¿Qué consejos daría a aquellas personas que quieran emprender un negocio?
Mi primer consejo es que no lo hagan en España. El contexto político actual es aterrador y, más aún, para un empresario. Aquí con las cosas de comer se juega mucho y mal, se racanea, se atraca al empresario y se hacen las cosas mal.
Emprendan aquí o fuera, es muy importante ver con quién lo hacen, a nivel socios fundadores. Que todos se remanguen, que den el salto en el corto plazo y se dediquen a tiempo completo al negocio.
¿Cómo afrontas y qué has aprendido de los fracasos?
Los afronto lo mejor que puedo. Los momentos de estrés me han dado una grandísima oportunidad que es abrirme al mundo de la espiritualidad. He pasado muy malos momentos y en algunos de ellos, cuando toqué fondo, empecé con el yoga, con el autoconocimiento y con la espiritualidad en general, porque era lo que me estabilizaba y lo que me sigue estabilizando hoy en día.
Es un reto muy grande, es salir tantísimo de cualquier zona de confort, que te lleva a mejorar. La adversidad te lleva a crecer. Con los fracasos aprendes a vivir en un mundo de incertidumbre, por ejemplo, no planificas unas vacaciones con antelación. Aprendes a no crearte necesidades ficticias y si tienes la suerte de llegar a madurar la empresa, es cuando realmente puedes hacer cosas.
Por otra parte, y en positivo, he de decir que, cuando emprendes, es muy reconfortante saber que has creado algo, que has dado empleos y ves cómo la gente crece y se convierten en grandes profesionales.
¿Cuál es su máxima cuando vienen malos tiempos?
Después de la tempestad siempre llega la calma, que todo pasa y que lo único importante en esta vida es la salud. El emprendedor, como tiene que poner tanto encima de la mesa, trabajo, intensidad, pasión, tiende a dejarse la salud, pero no puede descuidarla. Hay que saber poner en la medida que se pueda fronteras entre la vida profesional y la personal.
Su visión de futuro en una frase
Mi visión de futuro es que el futuro no existe, que hay que vivir el presente, que nunca sabes lo que te va a pasar mañana. Como decía Keynes, “a largo plazo, todos muertos”. Por tanto, hay que vivir el presente, que la vida son cuatro días y aunque el camino sea arduo como el del emprendedor, hay que tratar de disfrutarlo.
