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Directivos

María Benjumea: "Vivimos un gran momento para construir un mundo mejor para todos"

Por Redacción Capital

La presidenta de Spain Startup protagoniza la sección 'Con nombre propio' de Capital y apunta, entre otros aspectos, que “el papel de la empresa es determinante para el desarrollo real económico”

María Benjumea. Madrid (1954). Emprendedora. Licenciada en Geografía e Historia, su carrera profesional ha estado ligada desde su inicio a la creación de proyectos propios.

En 1979 abrió Taller de Arte; continuó con la creación de Círculo de Progreso en 1982, empresa que a partir de 1994 se convirtió en Infoempleo, de la que fue CEO hasta su venta en 2009, y presidenta hasta 2012, cuando funda Spain Startup

Spain Startup nace como respuesta a la crisis económica y con la convicción de que el ecosistema de innovación y startups son el motor clave del desarrollo económico de esta nueva era. En 2014, lanza South Summit como la plataforma global de conexión con foco en innovación, transformación y negocio de los diferentes actores económicos: startups, corporaciones e inversores.

Recientemente, ha presentado la Edición 2021, que se celebrará en Madrid del 5 al 7 de octubre y que se presenta como la edición de la recuperación económica.

María ha recibido numerosos reconocimientos entre los que destaca la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2016 y el Premio del Senado a la Trayectoria Profesional en 2019. En 2011 fue Premio Nacional a la Mujer Directiva en la categoría de Innovación Empresarial, y, en 2009, recogió el Clara Campoamor por su contribución al empleo femenino.

Usted es licenciada en Geografía e Historia.  ¿Cómo fue el salto al emprendimiento? 

Aquellos eran otros tiempos. Soy del año 1954, y, cuando empecé a trabajar en mi primer proyecto, fue en 1979. La sociedad era radicalmente diferente. Era el inicio de la incorporación de la mujer a la vida universitaria y estudiar una carrera no era ni es nada determinante para tu futuro profesional.

En ese momento, jamás hubiera pensado que mi vida iba a estar vinculada con el lanzamiento de proyectos, con temas de creatividad, con temas de emprendimiento… Y menos, conducidos por mí.

No somos conscientes de lo que podemos llegar a hacer. Debemos estar convencidos de que tenemos muchísima más capacidad de la que nos podemos imaginar para desarrollar cosas. El dicho de que “si quieres puedes” es real. Con esto no quiere decir que podamos hacer todo.

Es decir, hay gente que es mucho más habilidosa, pero si te propones cosas lógicas y pones toda la determinación, constancia, esfuerzo e ilusión, es muy probable que se puedan llevar adelante. No se consigue lo imposible, pero las cosas que nos proponemos normalmente no suelen ser imposibles, son cosas que se pueden alcanzar.

Benjumea posa en su despacho

Durante su trayectoria profesional ha recibido numerosos premios, pero imaginamos que también habrá vivido fracasos… ¿Qué nos puede contar sobre estos y qué ha aprendido de ellos?

Quizás mi primer proyecto empresarial sí pudo ser un fracaso. Se trataba de Taller de Arte, no duró ni dos años. No estaba preparada, tenía 25 años cuando me uní a esta iniciativa que lanzaban otras personas. No era un momento económico bueno, no teníamos ni idea, y, aunque el proyecto era maravilloso, super ilusionante, no funcionó. Y, cuando decidimos cerrarlo, yo vi el cielo abierto porque no tenía mucha viabilidad. Aquello me enseñó muchísimo.

A partir de ahí, en todos y cada uno de los proyectos a los que me sumé o fundé, siempre han existido malos momentos, toma de decisiones erróneas y cosas que no se han hecho bien. Pero así es la vida, un prueba y error, y cada decepción te enriquece y te lleva a adaptarte a los cambios. Cada fracaso supone un aprendizaje.

Por eso insisto en que las cosas se pueden hacer y que en muchas ocasiones no salen por cómo se han abordado. A mis 67 años, lo que más me gusta es que constantemente aprendo de la gente que hay alrededor, que te va enseñando cosas, y de las circunstancias y situaciones que vives en el día a día.

Edición 2021

El próximo mes de octubre se celebrará la Edición 2021 de South Summit, sustentada en un cuarto pilar que dará forma al futuro: la “sostenibilidad”. ¿Cree realmente que la sociedad está preparada y concienciada para asumir todos los retos “sostenibles” a los que nos enfrentamos?

Para nosotros no ha sido una decisión fácil, ha sido muy meditada y compleja. No decimos que somos sostenibles y que vamos a crear todo el programa en torno a la sostenibilidad. Detrás de esta premisa está lo más importante: la concienciación. Este es un tema importante para nuestra sociedad, para la humanidad en su conjunto. Para mí, es clave. Lo que vamos a producir se va a hacer con mucha atención a que sea lo más neutral en carbono posible, lo más sostenible, siendo conscientes de que la totalidad es imposible. 

En South Summit la innovación es la palabra clave. Apostamos para que los negocios que se creen sean negocios con un contexto de sostenibilidad, donde todos los avances tradicionales que nos han hecho en esta vida maravillosa se puedan sustituir por esos nuevos avances pero que sean sostenibles y que no alteren el planeta, sino que lo beneficien.

Por eso creo que somos una startup, no somos una ONG. Además, creemos que para que se produzca el desarrollo real económico el papel de la empresa es determinante, porque el desarrollo empresarial es lo que sustenta la economía. 

¿Cómo es el mapa del emprendedor en la actualidad en nuestro país? ¿Cree que ha cambiado el perfil del emprendedor tras la pandemia?

El perfil del emprendedor, según el “mapa del emprendimiento” que elaboramos todos los años, sigue una evolución muy lógica. El porcentaje de emprendedores en serie es cada vez mayor y eso es muy interesante porque cada vez el nivel de acierto de esas compañías es mayor y el tipo de compañías que se crean responde más a las demandas o necesidades de ese momento en la economía. Este último año, debido a la pandemia, ha sido todo lo vinculado con health, wellbeing, educación, logística, movilidad, etc. 

Usted se ha convertido en un referente del emprendimiento en España. ¿Le ha resultado fácil conciliar su vida personal y familiar? 

Eso siempre cuesta trabajo, pero a todas las personas. Vivimos en una sociedad en la que la clave es la igualdad. Este año el mapa del emprendimiento nos deja una cifra en torno al 20% de mujeres fundadoras de startups, que es un porcentaje muy pequeño. Las mujeres debemos tener la convicción de poder tomar la decisión adecuada en todo momento e involucrarnos a conciencia. Cómo actuamos, qué hacemos, cómo trabajamos con nosotras mismas. En España tenemos empresarias extraordinarias, estupendas. 

Como mujer de 67 años, tengo ya un recorrido largo como madre y abuela. Seguro que no lo he hecho muy bien en muchas cosas, pero no sé si lo hubiese hecho mejor si no hubiese trabajado como he trabajado. No creo que todo esté en la dedicación, hay muchas cosas importantes también para ser una buena madre, una gran persona, y, en este momento, una gran abuela.

Desde el mundo de las “startups”, ¿cómo cree que es la mejor forma de atraer y retener el talento?

El tema del talento es clave. La gestión del equipo es lo más importante dentro de una compañía porque el éxito claramente radica en tener un buen equipo. Y para ello, es fundamental saber identificar, atraer y retener el talento. 

Gran parte del talento joven, que sería muy codiciado por las grandes multinacionales y las consultoras estratégicas que pagan extraordinariamente bien, prefiere trabajar en una startup. No sólo montar una, sino trabajar en ella. Muchos jóvenes entienden que forman parte de un nuevo proyecto, de una foto global.

En una gran compañía tienes unas funciones muy delimitadas, en una startup tienes un función global, estás creando empresa. Por eso, es determinante que toda la normativa que se está llevando a cabo ponga el foco en este aspecto, ya que es fundamental porque te juegas el éxito de tu compañía. 

¿Cuáles serían las principales peticiones que usted realizaría a las distintas administraciones para apoyar el emprendimiento?

Una, claramente, es el tema del visado del talento. Y, si el talento es clave para el éxito de una compañía, también son determinantes las “stock options”. También debemos prestar atención a las ventajas fiscales que se necesitan, tanto en la contratación, durante los primeros años, como emprendedor, y facilitar todo el canal de financiación, que es imprescindible.

Durante la presentación de South Summit 2021 usted declaró: “Tenemos que transformar las crisis en oportunidades, deseamos que esta sea la oportunidad de crear el mundo que queremos”. ¿Cuáles serían esas oportunidades?

La sostenibilidad es una de ellas, y estamos asistiendo a la transformación de buena parte de la Industria, en mayúsculas. Es algo que nos ha facilitado la vida y que ha supuesto un avance bestial en todo, pero hay que transformar cómo se produce y cómo nos reciclamos constantemente, no ese gasto desmesurado de que usas y tiras.

Todo esto genera oportunidades y avances para nuestra sociedad, nuevos productos. También lo que no tenemos ni en la cabeza y que deriva de la innovación, de hacer algo de otra manera.

La pandemia ha puesto de manifiesto lo vulnerable del ser humano. ¿Cuál es su aprendizaje de lo vivido?

Creo que la pandemia  nos ha empujado a abrir nuestra mente, ver que las cosas se pueden hacer de otra manera y ha puesto de relieve algo que es importantísimo: cómo somos capaces de adaptarnos de la noche a la mañana a las necesidades del guion, y, además, construyendo. Porque, de la noche a la mañana, nos fuimos a casa y no se paralizó la vida. Seguimos y nos adaptamos con cierto desconcierto, pero no se paró nada.

Hubo sectores que sufrieron un golpe muy fuerte y que lo han pasado fatal, pero veo más bien connotaciones positivas, tanto de adaptación como de respuestas de la gente. Dentro de mi entorno he visto una capacidad de adaptación al teletrabajo muy rápida. Hemos conseguido que toda la transformación digital, lo que no iba a pasar hasta dentro de cinco años, ha pasado en tres meses. 

¿Qué consejos daría a aquellas personas que quieran emprender un negocio? ¿Qué cualidades y/o habilidades debe tener un emprendedor?

Hay muchísimos tipos de emprendedores, pero sí hay algunas características comunes que todos los emprendedores debemos tener. No necesitas ser el dueño de la idea, la puede tener otra persona y sumarte tú después. Pero lo que sí es importante es tener un foco sobre el que trabajar y ese no tiene que ser un foco estático. Hay que adaptarse, y, por tanto, debemos tener en la cabeza desde el primer momento que hay que adaptarse a la viabilidad de la concepción que se ha tenido de negocio y a los cambios del mercado. Vivimos en un mundo que cambia a velocidad de vértigo y nos tenemos que adaptar a esos cambios para avanzar.

También hay una serie de características elementales, como son la capacidad de ilusionarse y de trabajar. Hay que saber, además, que crear es ser parte de esa creación, y, por tanto, no se va a rentabilizar. Hay que buscar una financiación que permita mantener la empresa. Y, por último, resulta decisivo saber cómo montar un equipo. Esa es una clave fundamental.

¿Cuál es su máxima cuando vienen malos tiempos?

Al mal tiempo, buena cara. En los malos momentos siempre pienso “mañana va a ser mejor, mañana lo vamos a conseguir”. Es importante poner distancia a las cosas y sobre eso analizar, sopesar y poner todos los medios a tu alcance. Pero que eso no te lleve, ni te arrastre… eso es clave.

¿Cómo definiría su visión de futuro en una frase?

Como soy una convencida, creo que la humanidad nunca ha vivido un momento mejor (dejando a un lado la pandemia) que el actual para construir un mundo mejor para todos. Es el objetivo y la visión que nos mueve.

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