Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Opinión

Redacción Capital

Olvidar lo aprendido es crítico para mejorar las habilidades en gestión de datos 

“Nadie tiene una capacidad infinita para aprender cosas nuevas y mantener un alto nivel de rendimiento en otros ámbitos” 

Ir al gimnasio o aprender un idioma son dos de los propósitos de año nuevo más habituales; sin embargo, rara vez solemos cumplir con lo que tenemos en la lista. Nuestros hábitos diarios están profundamente arraigados a nuestra personalidad, lo cual provoca que no seamos conscientes de lo mucho que forman parte de nuestra vida. Reemplazarlos requiere un compromiso consciente con el cambio. 

Generar habilidades profesionales parte del mismo principio. Obtener una certificación específica o desarrollar atributos menos tangibles, pero no menos importantes, requiere ser proactivo, elaborando planes y calendarios concretos para adquirir nuevas capacidades. 

En el mundo de los datos y la tecnología, este mantra es aún más crítico. La innovación es el motor de la sociedad y las empresas, y las habilidades tecnológicas, si no son actualizadas, pueden quedar obsoletas poco después de ser aprendidas. La adaptabilidad es la clave para ser competente en las habilidades relacionadas con los datos. 

Aprender a olvidar 

Desarrollar competencias profesionales no significa añadir nuevas habilidades indefinidamente para hacer engordar nuestro CV. Es igual de importante desaprender las redundantes u obsoletas. 

Puede parecer poco intuitivo eliminar deliberadamente conocimientos, pero nadie tiene una capacidad infinita para aprender cosas nuevas y mantener un alto nivel de rendimiento en otros ámbitos. Además, a veces lo nuevo puede entrar en conflicto con lo antiguo, e incluso contradecirlo. En momentos de estrés, es fácil recurrir a formas de trabajar anteriores, anticuadas pero familiares.   

Olvidar lo aprendido es esencial en la alfabetización de datos 

En un contexto profesional, la alfabetización de datos es una de las áreas más importantes para aprender y desaprender habilidades con agilidad. De nuevo, esto puede parecer contradictorio. Aunque es cierto que necesitamos aprender a utilizar nuevas herramientas para acceder mejor a los datos y obtener información, una vez que hemos alcanzado un cierto nivel de alfabetización estamos preparados para comprenderlos y utilizarlos con eficacia. 

Por desgracia, es una tarea complicada. Cada vez se crean e integran nuevas fuentes de datos en las empresas, con sus propios patrones y comportamientos. Las existentes también evolucionan, mostrando nuevas tendencias o perdiendo importancia por completo. ¿Dónde entra en juego el desaprendizaje? Si asignamos el mismo estatus a las nuevas fuentes o ignoramos lo que nos muestran, porque no se ajusta a nuestras expectativas, quienes las analicen se perderán nuevas oportunidades y amenazas. 

En última instancia, la alfabetización de datos es un proceso constante de aprender y desaprender, de dejar a un lado las suposiciones sin olvidarnos de aplicar nuestra experiencia y conocimientos para llegar al meollo de lo que nos dicen los datos. Pero, ¿cómo se aprende a desaprender? 

Tres pasos para desaprender 

En términos generales, podemos hablar de que hay tres pasos clave para desarrollar la práctica del desaprendizaje: 

  1. Saber cuándo es el momento de desaprender. Uno debe ser consciente de cuando algo que hemos aprendido ya no tiene utilidad o está desfasado. Desde la alfabetización de datos, esto supone llevar a cabo un proceso que pueda identificar y subrayar cuándo algo no está funcionando. 
  1. Aprender de manera autónoma. Si detectamos una necesidad de cambio, lo primero que necesitamos hacer es adquirir la nueva habilidad relacionada con dicho cambio. Sin embargo, debemos separarla de la forma habitual en la que procederíamos.  
  1. Romper la rutina y repetirlo de nuevo. Para dominar de verdad una habilidad, tiene que convertirse en algo natural para que pueda emplearse inconscientemente, incluso bajo presión. Romper con la rutina no es sencillo, ni para los más seniors ni para los equipos más jóvenes. Se necesita tiempo y autonomía para que adquieran nuevos hábitos. 

Todas las organizaciones necesitan que sus empleados tengan las capacidades requeridas para prosperar laboralmente, y la alfabetización de datos es una base fundamental sobre la que construir dicho crecimiento. No obstante, incluso las capacidades más punteras necesitan ser reemplazadas en algún momento. Al fin y al cabo, está muy bien convertirse en un experto en un campo concreto, pero a veces el propio campo varía. 

Únete a nuestra Newsletter

A través de nuestra Newsletter con Capital te hacemos llegar lo más importante que ocurre en el mundo de la #economía, los #negocios, las #empresas, etc… Desde las últimas noticias hasta un resumen con toda la información más relevante al final del día, con toda comodidad.