Fernando Hernández (Aszendit): “Creo que falta conocimiento y que, como empresarios y jóvenes emprendedores, deberíamos intentar ayudar a aquellas personas que quieren emprender"
La inmensa mayoría de aquellos que deciden emprender con un proyecto propio fracasa antes de cinco años, según el informe de Iberinform sobre la supervivencia empresarial. Así, el estudio señala que uno de cada tres proyectos empresariales en España no llega al quinto año de vida y que el momento más crítico de cada proyecto empresarial da la cara cuando se cumple el tercer año.
Sin embargo, esto no ha minado las ganas de emprender, puesto que están en su punto más alto en los últimos años, alcanzando los niveles prepandemia, tal y como se detalla en el informe GEM España 2022-2023. De este modo, el porcentaje de aquellos que tienen intención de empreder en los próximos tres años, un 9,4%, es el más alto desde 2012.
Y, en este último grupo se encuentra Fernando Hernández García, CEO de Aszendit, quien con tan solo 25 años decidió emprender dentro del mundo de la consultoría IT en España.
Emprendimiento juvenil en el sector tecnológico
En lo que a los jóvenes respecta, el informe GEM apunta que estos son los que dominan la adopción y mejora de las tecnologías digitales en sus iniciativas y que “la juventud es más proclive a reaccionar ante situaciones imprevistas”.
A pesar de que el conocimiento tecnológico juegue a su favor, emprender a una edad temprana en nuestro país es una decisión que no todos deciden tomar. En el caso de Fernando Hernández, lo que le llevó a decidir crear su propio proyecto fue que quiso e intentó cambiar las cosas desde dentro de la empresa en la que estaba trabajando en aquel momento y se dio cuenta de que “si no estás en un entorno que te acompaña y que comparte tu visión, estás constantemente peleando contra una pared”.
“Yo quería cambiar las reglas, pero mi equipo y yo no íbamos en la misma dirección. Entonces me di cuenta de que desde ahí no se iba a poder hacer, porque no tenía los apoyos necesarios. Así que me dije: tengo que ser valiente, me lo monto por mi cuenta, empiezo desde cero y creo un equipo que comparta esta visión y me quiera acompañar”, sostiene el joven emprendedor.
Asimismo, cabe destacar que el sector tecnológico es uno de los más competitivos en la actualidad. En este sentido, Hernández explica que, para triunfar en un sector como este, la clave es tener pasión en lo que se hace e intentar ser el mejor todos los días.
“Lo que realmente sé que le estoy transmitiendo al cliente con mi discurso es la pasión con la que hago las cosas y la pasión con la que, también, lo hace mi equipo. Y eso es un valor completamente diferencial que no tiene nadie y que los clientes ven. Ven que se van a poner en manos de alguien que tiene ganas de hacerlo bien, que tiene pasión y que quiere cambiar el mundo de la consultoría”, defiende.
Al hilo y teniendo en cuenta los innumerables avances tecnológicos que irrumpen con fuerza y, sobre todo, en el sector IT, cabe preguntarse si en algún momento puede llegar a peligrar el factor humano dentro del sector. Así, el CEO de Aszendit expone que el capital humano es imprescindible y siempre va a serlo, si bien es cierto que la tecnología acorta mucho los procesos. “Las empresas que estén 100% automatizadas, al final no podrán aportar ese valor, que es donde está la genialidad y lo que conlleva que sigamos mejorando y sigamos siendo empresas con un toque diferenciado del resto”, recalca, a lo que añade que, en definitiva, las personas son necesarias.
Emprender en España
Ante la pregunta de si es España un buen lugar para arrancar un negocio o no, Fernando Hernández subraya que, por un lado, sí que lo es: “Es fácil criticar lo que vives cada día sin tener la opción de comparar con otros países, pero me parece más sencillo arrancar un negocio en un país del que conoces el idioma, el funcionamiento, las instituciones o las leyes, como es el caso de España”.
Pero, por otro lado, puntualiza que en muchas ocasiones le hubiese gustado estar más acompañado por las instituciones y haber obtenido más facilidades para acceder, por ejemplo, a las ayudas públicas.
En palabras del joven emprendedor, es muy difícil acceder en este país a las ayudas: “Cuando me metía al principio en la página del Gobierno, en Fondos Europeos, o en Fondos Next Generation, para ver cómo podía acceder a una ayuda, me volvía loco. Y había que dedicarle horas y horas a leer y a rellenar documentos para llegar a alguna. Al final, te ponen tan complicado acceder a una subvención que desistes. No puedes dedicar un mes entero a conseguirla, porque la prioridad es capitalizar tu empresa y crecer”.
Por otro lado, a nivel gubernamental, también considera que falta mucha formación para los emprendedores. En su caso, explica que asistió a numerosas charlas en las que los profesionales que hablaban de emprendimiento, ni si quiera habían emprendido. “Creo que falta conocimiento y que, como empresarios y jóvenes emprendedores, deberíamos intentar ayudar a aquellas personas que quieren emprender, porque nosotros somos los que realmente sabemos cómo es, porque lo hemos hecho”, aclara.
De este modo, una de las principales trabas que ha encontrado en estos dos años ha sido la financiación, es decir, tal y como explica, saber cómo hacer ingeniería financiera para respaldar un crecimiento tan fuerte como este ha sido complicado y han necesitado apoyo de diferentes instituciones financieras.
“Pero la traba más importante personalmente, ha sido aprender a gestionar un grupo tan grande de personas. Cada día pienso en cómo conseguir que mi equipo esté a gusto en el trabajo, que tengan un buen clima laboral, intentando implementar cosas nuevas para conseguirlo; también, en cómo comunicarme con ellos y que ellos se comuniquen conmigo”.
