Los siniestros más frecuentes en los comercios y la hostelería en verano son los que están relacionados con el agua, y suponen el 30% de las llamadas al seguro en este periodo, según un estudio realizado por Mapfre sobre su propia cartera de clientes.
Algunas de estas incidencias son el mal estado de las tuberías y el aumento de su utilización, grifos y llaves de paso mal cerradas o los fallos en aires acondicionados y sistemas de refrigeración.
Existen también otras situaciones en las que los comercios y establecimientos de hostelería necesitan la asistencia del seguro en verano. Un claro ejemplo de ello es la rotura de cristales, que supone casi el 14% de los siniestros declarados en el periodo estival, y un porcentaje similar, el 16%, representan los daños eléctricos como resultado del incremento de la intensidad para activar, entre otros, congeladores y ventiladores.
Seguido de estos percances, los robos concentran el 9% de los siniestros que se producen en verano en estos locales.
(SERVIMEDIA)