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Lifestyle

Segimón (Sushita): “Cada vez que abrimos un restaurante, hacemos un ejercicio de innovación enorme y nos volvemos a cuestionar...

Por Mónica Maldonado

“La Administración tiene que trabajar para el desarrollo de las ciudades, al contrario de lo que pasa en algunas como Barcelona” , afirma en una entrevista la presidenta del grupo Sushita, Sandra Segimón

La trayectoria de Sandra Segimón está muy ligada al emprendimiento empresarial dentro del sector de la restauración. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por el American College University de Londres y máster en Alta Dirección por el IESE, creó en 1994 Baguise, primera empresa de comida a domicilio y precursora de empresas como Just Eat o Take Eat Easy. 

En 1999, junto a Natacha Apolinario y José Manuel Segimón, fundó Sushita, siendo la primera empresa en vender bandejas de sushi en España. En 2015 se embarcó en un nuevo reto con la creación de la línea de restauración del grupo, que cuenta en la actualidad con siete restaurantes en Madrid. 

Tras estudiar Dirección y Administración de Empresas, da el salto al emprendimiento. ¿Cuáles fueron los motivos? 

Efectivamente, estudiaba en Inglaterra Administración y Dirección de Empresas. Vivía sola y cocinaba fatal, así que, de vez en cuando, pedía comida a un servicio de delivery que tenía unos 30 restaurantes en su catálogo: hamburguesas, pizzas, sushi, etc. 

Al regresar a Madrid, hice una serie de entrevistas de trabajo que, la verdad, no me parecían nada interesantes. Y, además, no me cogieron en ninguna. Empecé a pensar qué podía hacer con mi vida y se me ocurrió que podía montar una empresa de servicio de reparto de comida como la que utilizaba en Londres. 

Era el año 1994, no había nada igual, solo existía en ese momento Telepizza e internet estaba empezando. Llegué a un acuerdo con 20 restaurantes de Madrid, en su día muy conocidos, y así comenzó mi primer negocio que se llamaba Baguise, el primer delivery en Madrid. Funcionó fenomenal desde el inicio y, después de un año o dos, vendíamos un montón. 

¿Cómo surge Sushita? 

Bueno, la cocina japonesa, que en aquel momento no era muy conocida, comenzó a tener muchísimo éxito. En Baguise teníamos un acuerdo con uno de los primeros restaurantes japoneses que abrió en Madrid, pero el dueño nos jugó una mala pasada. Fue entonces cuando decidimos contratar un cocinero japonés y, en un espacio de uno de los restaurantes con los que trabajábamos, que era muy grande, empezamos a hacer nuestro delivery japonés. Ahí es donde nace la idea de Sushita. Nos especializamos en el japo y, como viajábamos mucho, veíamos en Nueva York y Londres las bandejitas de sushi y nos parecía una idea genial. 

Hablamos con el grupo Sigla para proponerles vender bandejas de sushi en los take-away de los Vips y ese fue nuestro primer cliente. A partir de ahí, vendimos para El Corte Inglés, Carrefour o Alcampo en toda la gran distribución con este producto que era tan novedoso. En este punto, tengo que mencionar a mis socios: Natacha Apolinario, con la cual empecé desde cero, y José Manuel, mi hermano, que se unió muy pronto. La relación con los socios es clave. Tenemos una relación de amistad y de confianza. 

¿Cómo fueron los inicios? 

Los primeros cuatro años fueron durísimos. Mi marido me decía “tienes todo lo malo de la mujer que trabaja, los niños abandonados y la nevera vacía, y nada de lo bueno, porque no aportas ni un duro”. 

Fue una época muy dura. El mercado del sushi todavía no era popular en España, era muy de nicho y vendíamos poco. Las exigencias higiénico-sanitarias para tener el certificado de calidad que nos permitía vender hicieron que tuviéramos que hacer una inversión muy importante en San Sebastián de los Reyes con la primera fábrica de sushi, con unas máquinas muy potentes y muy caras. 

No vendíamos suficiente, perdíamos dinero todos los meses, estábamos con el agua al cuello. El primer restaurante lo abrimos unos diez años después de abrir el obrador, cuando un cliente con el que trabajábamos casi ocho años y vendíamos un montón, cambió el director de compras que era afín a otra marca y nos echó. Nos vimos forzados a abrir directamente al mercado. 

Normalmente, las mayores crisis nos han marcado el mejor camino para que la empresa creciera, porque los restaurantes nos han permitido controlar los planes de negocio, decidir el número de aperturas, el sitio, etc. En ese momento, la empresa tenía 45 trabajadores y ahora somos casi 400. 

Hemos multiplicado por cinco nuestras ventas, tenemos más control sobre el negocio, seguimos vendiendo a todos los supermercados… La empresa gana en seguridad al tener esa pata de la gran distribución. Un ejemplo claro fue durante la pandemia. Tuvimos que cerrar todos los restaurantes, pero batimos récord de ventas en los supermercados.  

“Queremos conquistar España y luego, Europa”

La última apertura es Sushita Green. ¿Por qué green

Sushita Green viene por el tema de la sostenibilidad y por el compromiso con el medio ambiente. Pero también por todos esos platos veganos, es el restaurante que más platos vegetarianos y veganos tiene. Además, tiene una carta de cócteles sin azúcar muy naturales. Todos nuestros envases de todo el delivery son reciclables y biodegradables, hechos de fécula de patata. 

¿Cuáles son los valores diferenciales de Grupo Sushita respecto a otros espacios de restauración?  

En cuanto al negocio, somos muy imaginativos. Cada restaurante es distinto. Cada vez que abrimos un restaurante, hacemos un ejercicio de innovación enorme y nos volvemos a cuestionar todo. Viajamos mucho para probar nuevos platos, ver nuevas tendencias en restauración, en decoración… Tenemos muchos clientes absolutamente fans y leales, siempre quieren saber cuál va a ser el siguiente concepto de Sushita. 

En cuanto a la gestión de personas, somos muy paternalistas. Estamos muy comprometidos con nuestra gente. Para nosotros, Sushita significa un plan para las personas. Que la empresa crezca genera unas oportunidades enormes, siempre defendemos el plan de carrera interno. 

Sobre el tipo de cocina, uno de los puntos fundamentales es que sea una cocina japonesa fusión amable. No pretendemos ser puristas, porque sabemos que a mucha gente no le encajaría la oferta. Por otra parte, el proceso de innovación que realizamos nos lleva a tener recetas buenísimas y diferentes en cada uno de los restaurantes. A veces es muy complejo a la hora de gestionar, porque tenemos cientos de proveedores dados de alta con muchísimas referencias distintas.   

Háblenos sobre la nueva colección de vajillas diseñada por Eugenia Martínez de Irujo.

El diseño es uno de nuestros puntos fuertes. Los clientes nos pedían comprar nuestras vajillas, que les encantaban. Coincidió que Eugenia Martínez de Irujo me invitó a una exposición suya de pintura. Como ella es genial y su capacidad de diseño y creatividad es maravillosa, le comenté la posibilidad de colaborar y hemos construido esta marca de vajillas que está funcionando fenomenal. Vendemos también online, hemos vendido a hoteles, a otros restaurantes y también en una tienda de Miami. 

¿Cómo valora el ecosistema emprendedor en España? 

El apoyo y subvenciones a los proyectos de emprendimiento, en cuanto al esfuerzo de inversión, en cuanto a bonificaciones en la seguridad social de los empleados durante los primeros años, en cuanto ayudas de todo tipo, es fundamental. Hay unos primeros años donde la empresa se debate por subsistir. El apoyo en esos primeros años es clave. 

¿Cómo ve la situación del sector restauración en España? 

Yo creo que la buena gestión de la administración pública es cada vez más importante en la vida de las empresas. En Madrid tenemos una presidenta de la Comunidad y un alcalde de la ciudad que trabajan para que las condiciones donde las empresas operan sean las mejores posibles. La pandemia ha sido un ejemplo claro, con la buena gestión que se hizo.  

Sin querer politizar la entrevista, sí creo que la gestión de una ciudad o de una comunidad sea del partido que sea, es clave. Las Administraciones tienen que trabajar para el desarrollo de las ciudades y es lo contrario a lo que está pasando en algunas, como es el caso de Barcelona. 

Próximos retos, desafíos…  

Nuestra próxima apertura será en 2024 en Valdemarín (Madrid). Tenemos que seguir creciendo con el área de restaurantes, pretendemos conquistar España y luego conquistar Europa. No hay nada que nos haga más ilusión que ver el primer restaurante en cualquiera de las ciudades importantes europeas y nos estamos preparando para esto. 

En el área de supermercados, también continuar con el crecimiento, diversificando, creando nuevas referencias que nuestros clientes puedan comprar y comer en casa. 

¿Qué consejos darías a aquellas personas que quieran emprender un negocio? 

La ilusión es clave. Nosotros seguimos muy ilusionados. Me hace muy feliz trabajar en Sushita, no hay nada que me pueda motivar más. La constancia también es clave. La capacidad de gestionar problemas.  

El equipo es fundamental. Qué esté muy ligado y muy motivado en el desarrollo del proyecto es  

¿Cuál es tu máxima cuando vienen malos tiempos?  

La capacidad de lucha, no te puedes quedar en casa lamiéndote las heridas. 

¿Cómo definiría su visión de futuro en una frase? 

Crecer, crecer con el equipo, seguir cuidando a nuestros clientes y hacerlos muy felices con experiencias que sean únicas. 

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