El Gran Hotel Timeo se trata de un lugar que aúna gastronomía tradicional y lujo
Hoy en día es posible convertir nuestra estancia en un hotel en una experiencia. Para ello se necesita que sus instalaciones no se limiten a estar a la última en tecnología, en decoración o variados servicios, incluyendo actividades múltiples.
Sobrevolar en helicóptero el Etna o tomar un café en Corleone, conocido como el pueblo siciliano desde donde Vito Andolini, el personaje principal de El Padrino, interpretado por Marlon Brando, emigró a Estados Unidos. Aunque el lugar se asocia con la ficción, no fue inventado por Hollywood. Existe y su relación con la mafia todavía está muy presente.
Por eso, cuando se llega a la recepción de este hotel, las emociones se entremezclan. También se necesitan aglutinar bajo su techo un pedazo de historia, de cultura, para que nuestra nueva visión de turismo sostenible tenga sentido y proyección de futuro.
El Gran Hotel Timeo se trata de un lugar que aúna gastronomía tradicional y lujo. Hay vinos sicilianos para acompañar platos tradicionales italianos y sicilianos. Risottos o raviolis que se quedan en nuestra memoria gustativa. Estupendos y frescos pescados acompañan platos de pasta sabrosos y refinados. Además de, por supuesto, una amplia oferta de vinos y quesos sicilianos.
El Grand Hotel Timeo respeta la noción de hotel con historia ya desde el principio. La noción de turismo rural que nos propone proviene de la antigüedad, con unas instalaciones erigidas en el exacto lugar donde en 1873 Don Francesco La Floresta compró una casa justo debajo del Teatro Griego que convirtió, junto a su hijo Giuseppe, en el único y lujoso hotel de Taormina. El Timeo hizo honor a su nombre y sobrevivió a los tiempos, continuando de paso la labor de grupos de artistas prusianos e internacionales que desde tiempos casi inmemoriales convirtieron Taormina, Sicilia, en su centro de operaciones.
Bien es verdad que sus características ayudan a lo que haría de pasar. Ubicado a 200 metros sobre el nivel del mar, escondido en los acantilados del monte Tauro en Taormina, propone unas impresionantes vistas del monte Etna y las ruinas del Teatro Griego.
La historia del Hotel Timeo continúa con huéspedes venerables como el escritor D.H. Lawrence, que escribió aquí El amante de Lady Chatterley, así como a otros artistas como Jean Cocteau, Tennessee Williams o Truman Capote. El Festival del Cine italiano que otorgaba el David de Donatello se encargó de garantizar la posterior y regular afluencia de estrellas y famosos como Liz Taylor o Richard Burton, que vivirían aquí nuevos episodios de su tormentosa relación. Así es la vida, en un lugar diferente…
