Destinó el año pasado 7,28 millones de euros a las distintas iniciativas que desarrolla para colaborar en la construcción de una sociedad más equitativa, inclusiva y sostenible
Tenemos la ilusión de trabajar para mejorar la vida de las personas y contribuir al progreso de la sociedad mediante el desarrollo de diversas actividades centradas en la cultura, la acción social, el medioambiente y la investigación”, explica Rodrigo Echenique, presidente de Fundación Banco Santander. La labor de mecenazgo de esta institución, que se remonta a 1992, ha ido evolucionando con el paso de los años para adaptarse a la realidad social y las circunstancias de cada momento, colaborando con el tercer sector para afrontar los grandes desafíos globales.
Aunque se mantiene fiel a su vocación cultural y artística, su campo de actuación se ha ampliado y el año pasado destinó 7,28 millones de euros a proyectos de mecenazgo agrupados en tres líneas de trabajo: acción social para facilitar el progreso de los colectivos vulnerables; fomento de la cultura como herramienta para entender el mundo que nos rodea; y cuidado del medioambiente para proteger el patrimonio natural.
Los proyectos de acción social han sido, sin duda, uno de sus focos principales en los últimos años, en los que la Fundación ha prestado especial atención al impacto sanitario, social y económico derivado de la pandemia sanitaria, en especial sobre los colectivos más vulnerables. Banco Santander impulsó en 2020 la creación del Fondo Solidario Juntos, una iniciativa benéfica para combatir el coronavirus cuyos fondos superaron los 54 millones de euros (provenientes del propio consejo del banco y las aportaciones voluntarias de empleados y de terceros).
Desde entonces, la Fundación se ha encargado de gestionar las donaciones a las distintas organizaciones sanitarias y de adquirir y distribuir equipamiento médico en centros hospitalarios y otras instituciones. “El objetivo último es garantizar el acceso equitativo de todos los países, con independencia de su nivel de ingresos, a los medios de diagnóstico, tratamiento e inmunización”, señalan desde esta institución.
Además de esta labor, el año pasado respaldó los proyectos de acción social de 239 organizaciones no gubernamentales (ONG) con 2,3 millones de euros, cerca del 30% de la partida total. Destacan cuatro programas que llevan varios años en marcha. Entre ellos, Santander Ayuda, una iniciativa lanzada en 2015 dirigida a colaborar con entidades sin ánimo de lucro en el desarrollo de proyectos sociales de ámbito local.
Cada año se realizan cuatro convocatorias, que permiten que ochenta organizaciones españolas accedan a una aportación total de 400.000 euros. De los proyectos seleccionados, 40 estuvieron destinados a luchar contra la pobreza y la exclusión social, y la otra mitad a la atención de personas con discapacidad, mayores y enfermos graves.
Un año antes (2014) nació Santander Emplea Cultura, que trata de facilitar el acceso al empleo de calidad a los jóvenes especializados en cultura contemporánea y ayudar a crecer de forma sostenible a las organizaciones del sector. La Fundación organiza dos ediciones anuales. En cada una, se dota a las diez entidades seleccionadas de 18.000 euros para contratar a un nuevo empleado. Cinco de ellas pueden contar con una ayuda adicional de 10.000 euros para permanecer un segundo año en el programa.
Por su parte, Santander Social Tech es un innovador proyecto creado en 2019 para impulsar la digitalización de las organizaciones del tercer sector y mejorar su comunicación, capacitación de fondos y gestión interna. Además de talleres de formación, las ONG interesadas reciben durante dos meses un servicio virtual de asesoramiento personalizado que les permite avanzar en su transformación digital.
Durante 2021, se impartieron 14 talleres en los que participaron 149 organizaciones. Para implementar lo aprendido, los participantes en la fase formativa pueden optar a una ayuda para su desarrollo digital (adquisición de hardware, software, contratación de servicios profesionales, etc.). El año pasado la Fundación destinó 252.504 euros.
Y, por último, Santander BEST África, el primer programa de cooperación para el desarrollo impulsado por Fundación Santander. Su finalidad es contribuir al progreso social y económico del continente a través de mujeres emprendedoras en el sector turístico, duramente golpeado por la crisis del coronavirus. Las beneficiarias del programa, muchas en situación vulnerable, cuentan con apoyo para promover negocios que contribuyen a la preservación del medio natural y al desarrollo inclusivo de su comunidad. Esta iniciativa participa ya en 34 proyectos en países como Gambia, Senegal o Marruecos.
Junto a los programas sociales, Fundación Banco Santander siempre ha mostrado su apoyo a la ciencia y la investigación, una vocación que se concretó el año pasado en una dotación de más de un millón de euros para la recuperación del patrimonio natural y el impulso a la ciencia.
Estas ayudas se materializan en iniciativas como las becas para atraer el mejor talento internacional de la mano del programa posdoctoral Fundación Banco Santander-CNIO; o Accelerate: Building Business from Science & Technology, que concede ayudas a científicos posdoctorales del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas para que reciban formación empresarial específicamente diseñada para ellos por IE University.
La entidad también cuenta con el Premio Talento Emergente SRUK/CERU (ya va por la sexta edición) para impulsar la carrera de los investigadores españoles que trabajan en Reino Unido. El premio tiene una dotación económica de 14.000 libras destinadas a cubrir cualquier aspecto relacionado con la actividad del ganador. Y junto a la Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo, que presta asistencia clínica, psicológica y social a enfermos renales, respalda el estudio de estas patologías. Así, por ejemplo, ha patrocinado la creación de una aplicación para dispositivos móviles que permite controlar la dieta de los enfermos renales: Nefrodiet.
“Consideramos de gran importancia para el avance de la sociedad promover la ciencia, por lo que continuaremos cooperando con organismos científicos y premiaremos el talento de jóvenes investigadores”
Compromiso con la cultura y el arte
El compromiso con la cultura es otra de las prioridades de la Fundación. Si se suman todas las acciones desarrolladas en torno al fomento del arte, la música, la literatura y la historia, el pasado año destinó cerca de 3,5 millones, según los datos de la Memoria de 2021.
Entre las iniciativas destacan el mecenazgo educativo para acercar el arte contemporáneo a todos los públicos, la producción artística, el impulso al coleccionismo y la colaboración con museos. Además, gestiona la colección privada de Banco Santander, una de las mejores y más completas de nuestro país con más de 1.000 piezas catalogadas: abarca obras desde el siglo II a. C. hasta nuestros días. Aunque su núcleo principal está formado por pintura, incluye también escultura, artes decorativas y un amplio conjunto numismático.
Con el objetivo de dar a conocer sus fondos, la Fundación lleva a cabo diversas iniciativas multimedia. Su pagina web ofrece, por ejemplo, imágenes de gran calidad e información detallada sobre obras de la colección. En 2021, inició un proyecto audiovisual Colección Banco Santander. Vívela en el que profesionales procedentes de otros ámbitos culturales (moda, gastronomía, periodismo, interpretación, etc.) relacionan las obras de la colección con sus respectivas disciplinas y con diversas cuestiones de actualidad.
En música, la entidad cántabra forma parte de los proyectos artísticos y pedagógicos de la Fundación Albéniz, promueve la formación de futuros talentos a través de la Cátedra de Piano de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y es mecenas en las funciones populares que ofrecen los principales teatros de España.
En el ámbito de la literatura, publica la Colección Obra Fundamental con el fin de recuperar a aquellos escritores contemporáneos en lengua castellana que muestran un perfil humanista y que, por diversas razones, han sido relegados al olvido. Y recientemente ha creado la Colección Historia Fundamental para contribuir al análisis y la difusión de la historia española e iberoamericana de los siglos xvi y xvii de la mano de reconocidos especialistas en este periodo.
La importancia de proteger la naturaleza
Como parte de sus compromisos de banca responsable, Fundación Banco Santander colabora desde 2004 con diferentes entidades especializadas en la protección de la naturaleza. Unas iniciativas medioambientales que están destinadas a recuperar las poblaciones de flora y fauna ibérica amenazadas y a rehabilitar zonas especialmente frágiles de alto valor ecológico, esenciales para la conservación de la biodiversidad, como humedales, turberas, espacios fluviales o ecosistemas forestales.
El año pasado, amplió el ámbito de actuación de su programa medioambiental con Santander for the Seas, la primera convocatoria centrada en la conservación de hábitats y especies singulares de mares y océanos. Cada año, se financian tres innovadoras propuestas, de dos años de duración, que reciben 150.000 euros cada una.
“Nuestra responsabilidad ante la emergencia climática se traducirá en nuevas actuaciones para recuperar espacios naturales degradados junto a las principales asociaciones conservacionistas con sede en España”, asegura Rodrigo Echenique.
Además de continuar apoyando las actuaciones emprendidas en años anteriores, en 2021 destacan proyectos como la reintroducción del milano real en el Suroeste de España, concretamente las provincias de Badajoz y Huelva; la Misión Polinizadores en Madrid para la restauración y gestión sostenible de espacios verdes de la ciudad que favorezcan la presencia de polinizadores y otros insectos; o ECCO: héroes caninos en Cataluña, en la que perros adoptados trabajan en la detección y conservación de especies amenazadas de flora y fauna.
La Fundación también ha colaborado, entre otros programas, con la protección de nidos y crías de tortuga boba en la costa mediterránea española, una línea de trabajo iniciada en 2016; o con WWF España en la conservación de tiburones y rayas amenazados en el Mar de Alborán.
