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Gastronomía

Entre pan y pan

Para conocer toda esta oferta que se vende entre pan y pan de muchas clases y también con diferentes versiones, nos vamos de viaje por algunos lugares de España para entrar en bares y restaurantes donde se pueden degustar

Por María Zarzalejos

Hay bocadillos que desde siempre han arraigado en el gusto popular, como el de jamón o el de calamares, otros tienen un origen geográfico muy concreto y forman parte de su gastronomía emocional y familiar. Además, en los últimos años se han puesto en valor nuevas propuestas ligadas a la pequeña y gran pantalla y se han reinventado los clásicos sándwiches para elevarlos a una categoría gourmet.

Para conocer toda esta oferta que se vende entre pan y pan de muchas clases y también con diferentes versiones, nos vamos de viaje por algunos lugares de España para entrar en bares y restaurantes donde se pueden degustar, unos de manera informal, a pie de barra, y otros de una forma más formal.

El bocadillo de jamón

Una de las claves es el pan: blanco, de corteza crujiente y miga esponjosa.

Una de las claves de un buen bocadillo es el pan. Debe ser blanco, de corteza crujiente y miga esponjosa. Si a eso le añadimos un jamón ibérico, jugoso y cortado en lascas finas, no hace falta nada más. Para otro tipo de jamón, menos excelso, hay quien unta la miga de pan con mantequilla para aportarle jugosidad o frotar las dos caras de la miga con tomate fresco. El bocadillo de jamón no tiene una cuna concreta y se encuentra en toda España.

El bocadillo de calamares

Un clásico de la gastronomía madrileña y un ‘templo’ para degustarlo: el Bar Brillante.

Si hay un bocadillo madrileño, ese es el bocadillo de calamares. En los alrededores del Rastro y la Plaza Mayor de la capital hay decenas de lugares que lo sirven y contribuyen a mantener esta variedad de bocadillo como un símbolo de la ciudad cuyo origen se remonta al siglo XVIII.

El éxito de este bocadillo, además de un buen pan, está en la ternura de los calamares y la envoltura y fritura de los mismos. El rebozado suele ser con harina y huevo, pero hay locales que optan por fórmulas más elaboradas para lograr una cobertura abuñolada. A la hora de servirlo, se puede untar con algo de mayonesa o con alguna salsa más innovadora la miga y colocar encima las anillas del calamar. Un bar mítico donde comer un bocadillo de calamares es en el Bar Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8 – Madrid).

Triángulos del Eme

Los míticos sándwiches creados por el bisabuelo Emeterio generan colas en Bilbao

Desde hace 70 años, la familia Morales sirve en Bilbao los míticos sándwiches deleme, creados por el bisabuelo Emeterio. Este bocadillo genera colas de clientes, bilbaínos y no bilbaínos, que no se cansan de disfrutar de uno de los productos más emblemáticos de la ciudad. Acudir a El Eme no es ni una moda ni algo de turistas.

Este sándwich está elaborado con pan de molde artesanal que se rellena con lechuga, jamón de York cortado en lonchas gorditas, mayonesa y una salsa secreta de color rojizo cuya composición es el mejor secreto de la familia. Esta salsa ha sido objeto de estudio gastronómico para identificar sus ingredientes, pero, hasta la fecha, nadie ajeno a la familia ha logrado descifrar su composición. Este sándwich, aunque recibe el nombre de triángulo deleme, lo cierto es que en realidad se sirve en rectángulos.

Sus torres no le van a la zaga en sabor y éxito. Son muy parecidas al sándwich estrella, sólo que el jamón de York se sustituye por anchoas. ¡Irresistibles e inimitables! Lo puedes probar en El Eme. (C/ General Concha, 5 – Bilbao).

El Llonguet de Mallorca

Se puede rellenar con cualquier cosa, pero recomendamos probarlo con sobrasada.

El llonguet es un bollo de pan, de forma ovalada, con una hendidura muy marcada en el centro y con dos protuberancias reventonas a los lados. La corteza es crujiente, pero muy ligera, y encierra una miga muy suave. Su éxito pasa por el amasado previo al horneado, que será muy breve. Algunos opinan que su origen es el pan francés llamado pain fendu, que de ahí pasó a Cataluña y se afianzó en las Islas Baleares, aunque también se elabora en Valencia.

A día de hoy, su origen se sitúa en la isla de Mallorca y, más concretamente, en la ciudad de Palma, hasta el punto de que, desde hace ocho años se celebra en Es Pil.larí la Feria del Llonguet. Esta celebración es también una forma de poner en valor el oficio de los panaderos mallorquines, que elaboran toda una serie de panes muy antiguos (pa de xeixa, el pà de Pagés, el cóc, la magraneta o el pa d`oli) que forman parte del patrimonio cultural y gastronómico.

El llonguet o bocadillo de puede rellenar de casi cualquier cosa (ensaladilla, pollo, queso, jamón, tomate, lechuga, tomates, anchoas…), pero no hay que dejar de probar alguno que lleve sobrasada, embutido mallorquín único y más si es de porc negre, queso mallorquín y miel.

Algunos bares donde encontrar buenos llonguets en Mallorca: Bar Cristal. (Pl. de España, 4 – Palma). Bar Bosch. (Pl. del Rei Joan Carles I, 6- Palma). Minyones. (Carrer de les Minyones, 4- Palma). Bar Tony. (Pl. de Santa Eulalia, 4 -Palma). Forn Ca SaCarmena. (Carrer d´Annibal,22 -Palma). Café Bar Es Vaixell. (Carrer del Vicari Joaquim Fuster, 13- Palma). Bar Rita. (Pl. Llorenç Bisbal, 13- Palma).

El Serranito

Sevilla es la cuna del bocadillo de lomo a la plancha, pimiento, jamón y tomate

Ir a Sevilla y pedir un serranito es enfrentarse a comer un bocadillo de pan de Viena relleno de dos filetes de cinta de lomo hechos a la plancha, un pimiento verde frito, dos o tres lonchas de jamón serrano y unas rodajas de tomate fresco. Algunos serranitos llevan salsa alioli y siempre se acompaña con patatas fritas caseras.

Muchos locales los ofrecen, con algunas variantes en cuanto a la receta original e incluso al tamaño de los mismos, desde los XXL hasta los ‘miniserranitos’. El nombre de ‘serranito’ lo patentó José Luis Cabeza Hernández, fundador y propietario de Mesones del Serranito en Sevilla, siendo en el año 1983 la fecha de inauguración de su primer local. Mesón Serranito. (C/ Alfonso XII, 9 -Sevilla). Otros locales recomendables son: En la Espero te Esquina. (C/Corral del Rey, 10 – Sevilla). Hermanos Morales. (C/ Avda. 28 de Febrero, 16 – Sevilla).

El Campero

El mollete antequerano marca el carácter de este bocadillo de origen malagueño

Su origen está ubicado en la ciudad de Málaga, Ceuta e incluso Marruecos. Realmente es un bocadillo muy normal de jamón de York, queso, lechuga, tomate, mayonesa y, en algunos casos, incluye también pechuga de pollo hecha a la plancha. El pan es el clásico mollete antequerano, redondo, muy blando, de corteza apenas perceptible y de color casi blanquecino.

Para terminar, el campero se hace al grill por ambas caras y se sirve recién hecho. Esta receta original ha evolucionado y ahora hay variedades como la que se hace en Ceuta, donde se introducen ingredientes del pincho moruno, pechuga de pollo empanado, un huevo frito hecho a la plancha, pollo asado… También hay quienes no dudan en ponerle kétchup y mostaza.

Desde hace tiempo, las hamburgueserías han aprovechado el mollete antequerano como soporte de sus hamburguesas. Utilizar este soporte de pan para estas elaboraciones fue una idea de Miguel Berrocal Márquez, fue el fundador de una hamburguesería muy famosa en Málaga, Los Panini

Hay muchísimos locales malagueños donde dejarse sorprender por un campero, porque no hay uno igual, así que éstos son algunos recomendables: Medivil. (Pl. Río Trabanco,7 -local, Cruz de Humilladero. Málaga). Mafalda. (Pº Marítimo el Pedregal, 71. Málaga). Eladio Campero. (C. la Bohème, 8. Cruz de Humilladero. Málaga). Durán Durán. (Avda. de sor Teresa Prat, 84. Carretera de Cádiz. Málaga).

El Chivito

Un bocadillo de origen uruguayo que llegó a Valencia a mediados del siglo XX

Este bocadillo fue introducido por un uruguayo en Valencia a mediados del siglo XX. Es un bocadillo con lomo de cerdo, bacon, rodajas de tomate, queso que se funda bien (el originario uruguayo se elabora con mozzarella), lechuga, un huevo frito hecho a la plancha o frito a la manera tradicional y mayonesa. Se popularizó y, como suele pasar, hay muchas versiones del mismo.

Los valencianos y los turistas encontrarán muchos locales donde disfrutarlos y es recomendable también probar el Almussafes, bocadillo de sobrasada, cebolla a la plancha, bacon y queso, y de la Brascada, bocadillo de filete de ternera, cebolla a la plancha y jamón serrano.

El chivito es una buena opción para esmorzar, que en valenciano significa almuerzo, esa comida a media mañana, entre el desayuno y la comida, que tradicionalmente se hacía para realizar un alto en el trabajo que empezaba muy a primera hora de la mañana. De hecho, el chivito -y otros bocadillos- se suelen llamar de forma genérica esmorzar. En algunas cartas el almuerzo se complementa con cacahuetes y aceitunas, al más puro estilo tradicional.

Algunos locales recomendables son: Bar Beluga. (C.de l´Arquebisbe Mayoral, 16 - Valencia. Bar Bocatería. (Carrer de Manuela Estellés, Poblats Marítims – Valencia). El Trocito del Medio. (C/ de Blanes, 1. Ciutat Vella – Valencia). Varques Restaurante. (Carrer de Mossèn Femenia, 15, Bajo derecha, Ensanche – Valencia). Bar Ricardo. (C/Doctor Zamenhof, 16 – Valencia). Bar Cremaet. (Avda. del Puerto, 20 – Valencia). Bar Ana III. (C/ de Lebón, 3. Camins al Grau – Valencia). 

Sándwiches internacionales

Hay elaboraciones que llevan tantos años entre nosotros que ya las consideramos españolas

La gastronomía está presente en la pintura, en la arquitectura, en la cerámica y, cómo no, en el cine. La gran pantalla ha sido y es fuente de inspiración para muchos cocineros, que trasladan a sus platos las ideas y sensaciones que viven desde la butaca y las ponen en las mesas para deleite de sus clientes. No es casualidad que cuando algo está muy rico se diga que “estaba de cine”. Asimismo, hay sándwiches que han viajado desde sus orígenes hasta España y llevan tantos años entre nosotros que ya los consideramos españoles.

El sándwich de pastrami

El erotismo cinematográfico de de Meg Ryan disparó la popularidad de Katz

En la película americana ‘Cuando Harry encontró a Sally’ (1989) hay una escena más que famosa en la que la actriz Meg Ryan muestra un gran placer al comer un bocadillo de pastrami, en el restaurante Katz situado en Manhattan. La escena, erótica para algunos y sexual para otros, disparó la popularidad del sándwich de pastrami que se servía desde hace mucho tiempo en ese local.

Nuestra elección es el que se disfruta en Katz. (C/Gabriel Lobo, 26-Madrid). En Madrid se sirve en pan cristal crujiente por fuera y esponjoso por dentro, relleno de láminas de pastrami de carne de vacuno y salsa de la casa. Aparte se sirven pepinillos encurtidos por David, el dueño. En el obrador elaboran todo de forma artesanal, desde el pastrami hasta el pan (con opciones sin gluten), las salsas, el beicon, los ahumados y los encurtidos.

El Chicago Italian Beef

El sándwich emblemático de la exitosa serie ‘The Bear’

La serie ‘The Bear’ (El Oso), que actualmente emite su tercera temporada, se adentra en las entrañas de una cocina y en las vidas de quienes forman parte de ella. La serie, que goza de un gran éxito, tiene también un sándwich emblemático hecho con solomillo, una chorreante capa de queso Cheddar, pimiento rojo, cebolla y un irresistible pan bombón. Podemos encontrar una versión del mismo en Rancho de Santa Africa (C/ Basílica, 17 - Madrid), aunque el solomillo ha sido sustituido por jugosas tiras de lomo alto.

Sándwich mixto

El más popular de los sándwiches se renueva con versiones gourmet

Probablemente es el más popular de todos los sándwiches. El origen se sitúa en EEUU a finales del siglo XIX. En España, a mediados del siglo pasado, aterrizó en España y sigue con nosotros. El sándwich mixto se elabora con jamón de York y queso que deberá fundir bien que se colocan entre dos rebanadas de pan de molde que luego se tuesta a la plancha. Dicho así, parece sencillo, pero para lograr un mixto memorable todos sus ingredientes tienen que ser de primera calidad. Las caras exteriores del sándwich se untan ligeramente con mantequilla antes de tostarlo para que quede dorado y crujiente y el queso fundido en su justo punto.

El mixto, ahora más conocido como bikini en muchos lugares, es el nuevo reclamo de algunos chefs que han decidido apostar por versiones gourmet del mismo. Un ejemplo es Jordi Roca en su local Bikineria Rocambolesc (Carrer de les Hortes,6 – Gerona). En Madrid se sirven en muchas cafeterías y en otros puntos de la geografía española, pero hay dos locales madrileños que han apostado por ello con mucha fuerza y son Los 33. Plaza de las Salesas, 9 - Madrid y Manero Madrid (C/Claudio Coello,3 – Madrid).

Sándwich Club

Pollo, lechuga y beicon para una propuesta surgida en Nueva York a finales de XIX

No podía faltar este atractivo y generoso sándwich que se sirve como un espeto. La palabra Club es el acrónimo de C de chicken; L de letucce, U de under y B de bacon), o sea, pollo con lechuga y beicon, pero lleva más ingredientes. Es laborioso, pero el resultado es irresistible.

Para hacer este sándwich hay que hacer dos por separado, uno mixto y otro con pechuga de pollo y bacon. Una vez tostados con mantequilla a la plancha se pone mayonesa, lechuga y rodajas de tomate. Esta torre se corta en cuatro partes en forma de cruz y los triángulos obtenidos se insertan en una brocheta de madera larga y se sirve recién hecho con las imprescindibles patatas fritas caseras.

Su origen se sitúa en Nueva York a últimos del siglo XIX, casi el XX, en el Saratoga Club Home y, de hecho, el sándwich club también se conoce con el nombre de Club House. Recomendable el que se sirve en Bikini Bar (Padre Damián, 23 – Madrid).

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