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Revista Capital

El sector tecnológico en España, Europa y el mundo 

Por María Nogales

Luis Pardo (Ametic): “España tiene los incentivos necesarios y también los fondos europeos para invertir, pero le falta una mayor capacidad de ejecución” 

Javier Arenzana (KPMG): “Es necesario un mayor impulso en la digitalización de las interacciones a todos los niveles entre las distintas administraciones públicas, los ciudadanos y las empresas” 

Víctor Calvo Sotelo (DigitalES): “Nunca se ha gestionado un volumen parecido de inversiones en un periodo tan corto” 

Entender la envergadura de un sector tan amplio como el tecnológico en España, sin mirar más allá, carece de sentido alguno. Atendiendo al Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2022, España alcanzó el séptimo puesto de la Comisión Europea, con una puntuación de 8 puntos porcentuales por encima de la media del bloque. 

Sin embargo, este 2023 la Comisión Europea ha publicado el Informe sobre el estado de la Década Digital, que sustituye y amplía al anterior informe DESI. 

En el caso de España, exponen fuentes de la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), el informe señala la mejora en todos los indicadores respecto al anterior informe DESI, realizando una valoración positiva sobre los diferentes esfuerzos y proyectos en digitalización en las cuatro dimensiones de la denominada como Década Digital (competencias digitales, infraestructuras digitales, digitalización de las empresas y digitalización de los servicios públicos). 

Asimismo, la Comisión Europea también hace una serie de recomendaciones para que España siga mejorando: acelerar sus esfuerzos en la mejora y recapacitación de la fuerza laboral en tecnologías avanzadas y emergentes para abordar la falta de especialistas en TIC y promover la diversidad de género en este ámbito; seguir fomentando las infraestructuras digitales y la cobertura 5G; apoyar el desarrollo y la implantación de tecnologías avanzadas, en particular, en las pymes y, por último, proporcionar condiciones marco de apoyo para la escalabilidad de las empresas emergentes y en expansión. 

Sobre esto, el director general de Ametic, Luis Pardo, incide en el hecho de que España tiene los incentivos necesarios y también los fondos europeos para invertir. “Lo que nos falta es más capacidad de ejecución. Los PERTES, como Planes Estratégicos, son una gran oportunidad con proyectos para la recuperación y transformación económica. Sin duda, mayor rapidez en ejecución de la totalidad de los PERTES nos facilitaría seguir avanzando en la digitalización de España”. 

Al hilo, Víctor Calvo Sotelo (DigitalES) expone que comparar a España con países como Finlandia, quien encabezaba el ranking en 2022, no tiene sentido, ya que las comparaciones deberían hacerse entre países similares en cuanto a volumen. A pesar de ello, bajo su punto de vista, España sigue estando a la cabeza en muchos aspectos y, especialmente, en redes.  

Pero, para seguir creciendo, el socio responsable de Telecomunicaciones de KPMG en España, Javier Arenzana, entiende que “es necesario un mayor impulso en la digitalización de las interacciones a todos los niveles entre las distintas administraciones públicas y los ciudadanos y empresas”, ya que sería una palanca clave para la mejora de España en cuanto a digitalización.  

En términos globales, España ocupa el puesto número 26 en el ranking del Índice de Preparación de la Red (NRI) de 2022, que mide y clasifica el nivel de la transformación digital de 131 países a partir de 58 indicadores agrupados en cuatro dimensiones fundamentales (tecnología, personas, gobernanza e impacto).  

Así, España baja tres puestos en el ranking, situándose en la posición número 26 del NRI 2022, frente a la 23 que registraba un año antes. Los valores alcanzados por España en el NRI 2022 global y en sus 4 dimensiones principales la sitúan en la media de países que el informe denomina High-income.  

En cuestiones de tecnología, en las que se analiza el nivel de digitalización y preparación tecnológica del país se sitúa a España en la posición 28 (retrocede seis posiciones). En cuanto a la variable de las personas, en las que se atiende al nivel de utilización de las tecnologías, así como los recursos y capacitación digital de individuos, empresas y Administraciones Públicas, España ocupa el puesto número 25 (retrocede cuaro posiciones).  

Sobre gobernanza, España ocupa la posición 27 (retrocede cinco posiciones) y se analiza las condiciones de contexto de las tecnologías digitales en el país, basadas en los ámbitos de confianza, regulación e inclusión. Y, por último, en cuanto al impacto, donde se mide el aprovechamiento del uso de la tecnología para el crecimiento de la economía y el bienestar de la sociedad, España ocupa la posición 25 y es la única que avanza 3 posiciones.  

Al hilo, el secretario general de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual, Matías González, afirmó recientemente, en el marco del Consejo de Telecomunicaciones de León con motivo de la Presidencia Española de la Unión Europea, que España cuenta con una posición de absoluto privilegio en lo que se refiere a la década digital y que el protagonismo de la iniciativa privada en España es muy importante en este sector.  

La inversión extranjera del sector tecnológico en España 

Hace apenas dos meses, España acaparaba los noticieros económicos mundiales debido al anuncio de que el grupo STC, operador de Arabia Saudí, adquiriría el 9,9% del capital social de Telefónica a través de una inversión de 2.100 millones de euros, convirtiéndose así en el primer accionista de la compañía.  

Esta noticia puso de relieve el debate de la entrada de inversores extranjeros en el capital social de las compañías españolas. Sin embargo, lo que no se puede obviar, es que esto demuestra el interés que suscita este sector estratégico español a nivel mundial y cabe preguntarse si estamos ante una nueva tendencia o no.  

Sobre ello, cabe destacar que, en 2022 la inversión extranjera bruta fue de 34.178 millones de euros, lo que equivale a la segunda mayor cifra alcanzada desde que hay datos de inversión. En este sentido, el director general de Ametic, Luis Pardo, entiende que la inversión extranjera en España no se trata de una tendencia, sino de una realidad. Pero, para él, “el problema que puede crearse es la posibilidad de que no se protejan sectores estratégicos para España y para Europa”. 

Y por ello, como reconoce el socio responsable de Telecomunicaciones de KPMG, Javier Arenzana, lo más probable es que esta tendencia continúe, porque ya nos encontramos con que la mayoría de las grandes operadoras del sector están controladas o participadas de manera significativa por el capital extranjero, directamente o a través de fondos.  

Los Fondos Next Generation EU 

En lo relativo a la utilidad de estas ayudas europeas, España ha destinado casi el 30% de los Fondos Next Generation EU (20.000 millones de euros) a la digitalización. En concreto, en la última legislatura se han invertido más de 2.000 millones de euros para la universalización de las infraestructuras digitales en el marco de la Agenda España Digital para cerrar la brecha digital en conectividad.  

En este sentido, el Gobierno de España puso en marcha el plan de ayudas ‘Unico’ para acabar con la brecha digital y, tras inyecciones económicas para hacer llegar la fibra a entornos rurales (250 millones de euros), las destinadas para hacer llegar internet a zonas más remotas mediante conexión vía satélite (76 millones) y aquellas para hacer llegar la fibra a las torres de telefonía móvil (450 millones), a mediados de octubre anunció una inversión de 544 millones de euros que se dedicarán al despliegue del 5G real, financiados con los fondos europeos.  

Y este es, en palabras de Víctor Calvo Sotelo (DigitalES), un reto de gran envergadura, ya que nunca se ha gestionado un volumen parecido de inversiones en un periodo tan corto. En lo que le corresponde al sector, defiende, esas inversiones se van a realizar y se están realizando a unos niveles muy altos. “Luego hay muchas otras cuestiones que tenemos que ver cómo somos capaces de licitarlas, adjudicarlas y poder ejecutarlas en los plazos que son bastante estrictos de la Comisión Europea”. 

Porque, como afirma, la Comisión Europea ha establecido unos límites para estas inversiones a través de la aprobación de la Adenda del Plan de Recuperación de España para movilizar de aquí a 2026 la totalidad de los fondos europeos Next Generation y culminar el proceso de modernización de la economía ya en marcha.  

Al hilo, Luis Pardo (Ametic) explica que el papel del sector tecnológico a la hora de canalizar ayudas como estas es vital: “El sector no solo es receptor de parte de estos fondos, es canalizador de estos fondos para otras industrias”, resalta. 

Y sobre si España cumplirá o no con los plazos de ejecución establecidos por la Comisión Europea, el director general de DigitalES hace hincapié en que estamos ahora mismo en unos meses decisivos para ir cerrando contratos y proyectos que, posteriormente, pasarán a la fase de ejecución. Y, ejecutando a tiempo estos proyectos, añade Pardo, se estima que puede tener un efecto positivo en el PIB de España de entre el 2,7% y el 3,5%. 

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