“Las previsiones apuntan a que podemos ser optimistas”
El tráfico aéreo se recupera al ritmo que lo hace el turismo. En este escenario, compañías como LATAM Airlines reajustan su oferta para afrontar los próximos meses, tal y como cuenta en esta entrevista el director general para Europa y Sur de Pacífico, Thibaud Morand.
Tras la pandemia, el turismo está volviendo a los niveles anteriores. ¿Creen que sigue teniendo margen de mejora? ¿Cómo observan esta evolución desde LATAM?
Aunque en los últimos meses nos hemos movido en un entorno de incertidumbre, debido a la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, después de unos años muy complicados se está empezando a recuperar el ritmo anterior a la crisis sanitaria y las previsiones apuntan a que podemos ser optimistas. El objetivo del grupo es responder siempre a las expectativas de los viajeros en cuanto a conectividad, calidad y servicio a bordo por lo que, en ese sentido, intentamos siempre mejorar y ofrecer más opciones para que, en definitiva, con nosotros tengan más Sudamérica. Por ejemplo, hemos cambiado el avión de la ruta entre Barcelona y el hub de LATAM Airlines en Brasil, São Paulo, para aumentar el número de asientos, duplicando la capacidad: de 215 pasajeros con el Boeing 767 a 410 con el Boeing 777. A nivel global, también seguimos ampliando la red de rutas de LATAM, ofreciendo, como comentaba, más facilidades de conectividad a nuestros pasajeros.
¿Qué retos plantea este crecimiento para las aerolíneas?
Tras la pandemia, el reto principal al que se han enfrentado algunas aerolíneas ha sido la falta de personal, ya que muchas personas cambiaron de sector y comenzaron a trabajar en otras actividades. De ahí que haya habido problemas en aeropuertos o de contratación de personal a bordo. Sin embargo, afortunadamente, hasta en Sudamérica y por lo tanto en Latam, no nos está afectando tanto como a otras compañías en Europa.
La aerolínea ha sido nombrada la quinta más sostenible del mundo. ¿Por qué este foco en la sostenibilidad?
Como parte de la industria aérea y turística, tenemos un deber y responsabilidad por hacer de este mundo un sitio más habitable. Y es una satisfacción que los esfuerzos que estamos llevando a cabo en materia de sostenibilidad se vean recompensados, en este caso por la evaluación de Sostenibilidad Corporativa (CSA) de S&P, que, además, también ha reconocido a LATAM como la aerolínea más sostenible de América. Estamos plenamente comprometidos con que la sostenibilidad sea nuestro destino más necesario, porque en la carrera contra el cambio climático y el cuidado tanto del entorno como de nuestras comunidades no puede haber segundos puestos. Por eso estamos llevando a cabo una estrategia de sostenibilidad 360º, apoyada en tres pilares: cambio climático, economía circular y valor compartido. Es una hoja de ruta en la que vamos completando hitos. Entre otros, nos hemos puesto como objetivo eliminar a lo largo de este año los plásticos de un solo uso en toda la operación, compensar el equivalente al 50% de las emisiones domésticas en 2030 y ser carbono neutrales en 2050.
LATAM ha apostado por renovar su flota. ¿Qué supone esto para la compañía?
Contar con aviones más eficientes se enmarca en la estrategia de sostenibilidad del grupo que mencionaba antes y además nos permite consolidar la recuperación de la operación respecto a los niveles pre pandemia. Al final de este año, contaremos en operación con 31 aviones de la familia A320neo, frente a los 15 actuales. No solo son aviones más modernos, sino que, además, consumen menos combustible, un 20%, y gracias a la tecnología con la que cuentan, las emisiones de dióxido de carbono se reducen al 50%, por lo que son más eficientes. A finales de esta década, contaremos con más de 100 aviones de este tipo o de la misma familia, para acercarnos a nuestro objetivo de ser carbono neutrales en 2050.
¿Qué papel tiene LATAM como enlace entre Sudamérica y el resto del mundo?
En la actualidad volamos a 144 destinos en 22 países, por lo que la realidad es que, efectivamente, LATAM conecta a Sudamérica con el mundo, porque una de las grandes ventajas que ofrecemos es la red de conectividad a nuestros viajeros. Por ejemplo, desde Europa ofrecemos vuelos directos desde ocho ciudades: Madrid, Barcelona, Frankfurt, Londres, París, Roma y Milán. Desde Madrid, LATAM opera vuelos directos a Santiago de Chile, São Paulo y Lima. Desde Barcelona y el resto de ciudades europeas, LATAM vuela directamente a São Paulo, desde donde se puede conectar con más de 100 destinos en Sudamérica. A nivel global, con la ampliación de red de rutas y la reanudación de algunas que dejaron de operar debido a la pandemia, estamos consiguiendo ser la aerolínea que más fácil lo pone para viajar a Sudamérica. De hecho, solo hay que pensar en algún lugar del continente sudamericano donde se quiera ir y habrá un avión de LATAM que llegue.
Recientemente, se han reiniciado los vuelos entre Santiago de Chile y Melbourne. ¿En qué porcentaje se han recuperado los vuelos que se suspendieron por la pandemia? ¿Espera la compañía abrir nuevas rutas?
Sí, en septiembre volvemos a recuperar el vuelo más largo -11.000 kilómetros- que se suspendió en abril de 2020. También este año vamos a volver a unir Brasil con Sudáfrica, con un vuelo directo a Johannesburgo desde São Paulo. Son dos claros ejemplos de cómo en estos meses la actividad de LATAM ha vuelto gradualmente a los niveles pre pandemia y ya lo hemos conseguido en un 95%. En España incluso se ha superado la oferta de capacidad. En cuanto a las nuevas rutas, además de las que he mencionado, estamos apostando por incrementar la conectividad regional en Sudamérica. Merece la pena destacar que estamos sumando cinco aviones en Colombia para ofrecer más oportunidades de vuelos y oferta al mercado tras la salida de las compañías Viva Air y Ultra Air.
Hace poco han sellado un acuerdo de colaboración con Delta. ¿Tienen o esperan tener alguna colaboración similar con aerolíneas españolas?
El joint venture con Delta sin duda nos reportará beneficios en cuanto a la conectividad en América ya que, en definitiva, sumará más asientos entre Norte y Sudamérica. Y conexiones directas entre ciudades como Los Ángeles o Nueva York con São Paulo, Santiago de Chile y Lima. En la actualidad, LATAM ya mantiene acuerdos de colaboración con Iberia a nivel de Europa, lo que también supone que los pasajeros tengan una mayor oferta de conectividad dentro del continente.
Otra de las apuestas diferenciales de la compañía es su servicio a bordo. ¿Cómo puede diferenciarse una aerolínea con su servicio?
Desde hace años y debido a la amplia oferta que hay en el mercado, elegir una compañía u otra para volar puede suponer la diferencia entre empezar mejor o peor un viaje. En LATAM estamos convencidos de que volar no es solo unir un punto con otro del globo, sino que se trata de conectar personas y que la experiencia del destino tiene que empezar en el propio avión. Recientemente, hemos renovado la oferta gastronómica a bordo en la cabina Premium Business, dando un mayor protagonismo a los ingredientes de América del Sur, maridados con una exclusiva selección de vinos a cargo de Héctor Vergara, único Master Sommelier de Latinoamérica. Aunque la hospitalidad de LATAM va implícita en todos los billetes de avión, porque ofrecemos servicio gratuito en todos los vuelos, tanto de largo recorrido como regionales y domésticos, independientemente de la cabina del viaje y la tarifa que se pague. La calidad, así como la seguridad y la comodidad forman parte de nuestros estándares, porque el objetivo es que el viajero llegue descansado a su destino, disfrutando del vuelo en asientos ergonómicos y pantalla individual con el mejor entretenimiento. Nuestro servicio a bordo ha sido distinguido en varias ocasiones al recibir galardones de la industria aérea, pero el reconocimiento que buscamos es el de los viajeros que nos eligen para volar cada día. Y en eso estamos en cada vuelo, en que se nos diferencie por el servicio que ofrecemos.
A nivel general, ¿cómo puede el sector del transporte aéreo reducir su impacto medioambiental?
Todos tenemos que remar en la misma dirección para cuidar del entorno, tanto con iniciativas dirigidas a la preservación del medio ambiente como con medidas que contribuyan a que el ejercicio de nuestra actividad deje el menor impacto posible. Por ejemplo, con el uso de combustible sostenible de aviación, el denominado SAF. De hecho, el principal desafío para hacer frente a la descarbonización de la industria es el uso de este tipo de combustible, ya que a día de hoy la cantidad que hay disponible es todavía limitada. Y, sin embargo, por ejemplo Sudamérica, tiene un gran potencial para producir SAF por los recursos naturales con los que cuenta, pero hace falta invertir en investigación, desarrollo y producción, por lo que consideramos que es urgente avanzar en una agenda que involucre a los diferentes actores para promover la producción de SAF en la región. En LATAM Airlines nos hemos comprometido a que en 2030 el 5% del combustible de nuestra operación sea sostenible. De hecho, este año, por primera vez, un vuelo de LATAM Cargo ya ha realizado el primer vuelo con SAF, precisamente desde España, en concreto Zaragoza, a Norteamérica. Por otro lado, en lo relacionado con iniciativas de compensación, LATAM Airlines impulsa programas enfocados en la conservación de ecosistemas estratégicos, como el proyecto CO2Bio que estamos llevando a cabo en Colombia, que tiene como objetivo que en 2030 capture 11,3 millones de toneladas de CO2 en una superficie de 575.000 hectáreas, estando administrado por 700 familias de la zona.