La caída de los ingresos y el aumento del gasto derivados de la crisis del coronavirus ha elevado el déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales, a 78.952 millones de euros hasta octubre, lo que equivale al 7,14% del PIB, frente al 1,35% de hace un año, por lo que se quintuplica respecto al año pasado. Mientras, el déficit del Estado se ha situado en el 6,54% hasta noviembre, frente al 0,88% del PIB de hace un año, con 72.322 millones de euros, casi siete veces mayor.
Al igual que en los meses previos, todos los datos están afectados por la declaración del estado de alarma y la batería de medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la pandemia con el objetivo de paliar los efectos sociales, económicos y laborales de esta emergencia.
De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda, si se descuenta el gasto en intereses (déficit primario), la cifra del déficit del Estado desciende hasta el 4,7% del PIB.
Esta evolución obedece, por un lado, al descenso del 12,8% de los ingresos, hasta los 162.312 millones, como consecuencia de la situación económica derivada de la crisis sanitaria, y a un aumento de los gastos del 19,1%, hasta los 234.634 millones, correspondiendo casi el 90% del incremento a gastos relacionados con la pandemia, como el aumento de programas sanitarios y por las mayores transferencias a Seguridad Social y comunidades autónomas.
Por su parte, las comunidades autónomas han registrado hasta octubre un superávit de 1.084 millones, lo que supone el 0,10% del PIB, frente al déficit del 0,36% del PIB registrado hace un año.
Esta evolución positiva, explica Hacienda, se debe a varias medidas adoptadas por el Gobierno para garantizar los recursos de las comunidades y dar respuesta a la emergencia provocada por la Covid-19.
Hacienda publica también los datos de ejecución presupuestaria de las corporaciones locales hasta el tercer trimestre del año, que registraron un superávit de 444 millones de euros, equivalente
al 0,04% del PIB. De esta forma, el déficit conjunto de las
administraciones públicas hasta el tercer trimestre supuso un 6,78% del PIB, con una caída de ingresos (-5,3%) compensada parcialmente por la merma de los gastos (-2,2%).
La previsión del Gobierno para este año es que el déficit público cierre en el 11,3% del PIB, de lo que buena parte, un 6,6%, correspondería al Estado, tras asumir 1,7 puntos del déficit de la Seguridad Social y 1,1 puntos de las CCAA.
Respecto al Estado, dentro de los ingresos, los recursos impositivos, que representan el 83% del total, se situaron en 134.778 millones hasta noviembre, lo que implica una disminución del 14,2%.
Los datos reflejan un retroceso generalizado de las figuras tributarias. Así, se produce un descenso del 12,3% de los impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA baja un 14%, hasta los 57.429 millones.
Hacienda explica que este comportamiento recoge el impacto de las medidas adoptadas como la aplicación del tipa cero en el IVA en los bienes necesarios para hacer frente al Covid, así como el tipo reducido del 4% a mascarillas quirúrgicas desechables.
Por su parte, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio descienden un 16,8%, con una caída del 15,9% en el Impuesto sobre Sociedades, hasta 22.167 millones, por el descenso de los pagos fraccionados (-31,3%) y del 16,8% en el caso del IRPF, hasta 55.142 millones, como consecuencia, en gran parte, de las mayores entregas a cuenta y el mayor resultado a favor de las comunidades de la liquidación definitiva de 2018 respecto al ejercicio anterior y los menores dividendos repartidos.
También descienden los impuestos sobre el capital un 53,6% y las cotizaciones sociales, un 0,8%, fundamentalmente por la progresiva sustitución de empleados activos del Régimen de Clases Pasivas por otros con Régimen de Seguridad Social.
En lo que respecta al resto de recursos que siguen la misma tendencia descendente, destacan dividendos y otras rentas, que caen un 36,9%, así como los intereses, que disminuyen un 13,4%.
Gasto por la crisis sanitaria
Por el lado de los gastos del Estado, hasta noviembre se incrementaron un 19,1%, hasta 234.634 millones, con los aumentos más destacados en las transferencias a las comunidades y a la Seguridad Social.
Asimismo, los consumos intermedios se incrementan en un 8,6%, crecimiento en el que inciden los 774 millones de gastos derivados de la Covid-19, mientras que la remuneración de asalariados ha aumentado un 2,1% debido a la subida salarial del 2%, así como a la equiparación salarial de la Policía y Guardia Civil con los cuerpos policiales autonómicos.
Las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie aumentan un 5,8%, cifra que recoge la actualización de las pensiones de clases pasivas del 0,9%.
Destaca también el incremento de la inversión en un 45,7%, aumento que se explica fundamentalmente por la operación de reversión de las autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7). También esta rúbrica incluye un gasto relacionado con la compra de material sanitario de 122 millones.
Estos incrementos se ven compensados, en parte, por el descenso de un 11% de los intereses, por la disminución de las ayudas a la inversión y otras transferencias de capital, en un 6%, como consecuencia de la devolución del gravamen por prestación de maternidad y paternidad en 2019 por importe de 707 millones, y sin correspondencia en 2020.
En cuanto al desglose del déficit público hasta octubre , se situó en 78.946 millones de euros, lo que equivale al 7,14% del PIB, un 369% más que en el mismo periodo del año anterior.
Superávit de las comunidades
De su lado, las comunidades autónomas han registrado hasta octubre un superávit de 1.084 millones, lo que supone el 0,10% del PIB, frente al déficit del 0,36% del PIB registrado hace un año, por las medidas aprobadas por el Gobierno.
Todas las comunidades (salvo Navarra y País Vasco) registran hasta octubre un comportamiento más positivo que hace un año, registrando superávits doce regiones: Andalucía (0,45% del PIB), Aragón (0,34%), Asturias (1,36%), Baleares (0,59%), Canarias (1,41%), Cantabria (0,57%), Castilla y León (0,4%), Cataluña (0,18%), Extremadura (0,15%), Galicia (0,39%), Comunidad de Madrid (0,21%) y La Rioja (1,45%), la autonomía con mayor superávit.
Por el contrario, presentaron déficits Castilla-La Mancha (-0,36%), Murcia (-0,82%), Navarra (-0,46%) Comunidad Valenciana (-0,48%) y País Vasco (-1,93%).
De acuerdo con la información transmitida por las comunidades autónomas, el impacto derivado de la Covid-19 alcanza hasta octubre los 6.117 millones (0,55% del PIB) de impacto en las arcas públicas regionales por el mayor gasto sanitario, con Madrid (1.124 millones) y Cataluña (1.026 millones) a la cabeza.
Por último, los Fondos de la Seguridad Social registraron un déficit del 1,97% del PIB por la pandemia, con un alza de ingresos del 11,3% por las transferencias y un aumento del 21,8% de los gastos.
El gasto consolidado de los Fondos de la Seguridad Social asociado a la COVID-19, de acuerdo con la información disponible hasta la fecha, se sitúa en 25.926 millones, lo que representa el 2,35% del PIB.